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El Telégrafo

Otro acto del domingo pasado fue la develación de una placa con el nombre de los alfaristas caídos

Jarrín, líder de AVC, dejó una carta denunciando el hambre y la pobreza (Galería)

El monumento a Arturo Jarrín se encuentra en la renovada plazoleta de la Universidad de Guayaquil. Foto: William Orellana / El Telégrafo
El monumento a Arturo Jarrín se encuentra en la renovada plazoleta de la Universidad de Guayaquil. Foto: William Orellana / El Telégrafo
28 de octubre de 2014 - 00:00 - Redacción Actualidad

Una placa con los nombres de 35 alfaristas asesinados entre los años 1980 y 1990 fue develada, el domingo pasado, en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. Entre los nombres están los militantes caídos de la agrupación Alfaro Vive Carajo (AVC): Jorge Lima Trujillo y Patricio Rojas Rivadeneira.

Luego se mostró una estatua de Arturo Jarrín, el líder de AVC que fue torturado y asesinado en aquellos años, durante la represión que llevó a cabo el gobierno de León Febres-Cordero. El monumento se encuentra en una plazoleta de la Universidad Estatal de Guayaquil.

En la ceremonia estuvo presente Luis Jarrín, hermano del fallecido. Él recordó la obra y el legado de su familiar. Contó que fue secuestrado en Panamá por la policía ecuatoriana que lo llevó a Quito.

Su cadáver apareció en el barrio Carcelén, de la capital. El mismo día que se enteró de lo ocurrido, la madre de Luis y Arturo denunció que el cuerpo de su hijo tenía huellas de tortura, pero su voz nunca fue escuchada.

Recordó que gracias a los hallazgos de la Comisión de la Verdad, creada en el actual Gobierno, el caso recién se está judicializando.

Luis Jarrín contó, además, que su hermano dejó una carta en la que denuncia a los “subversivos” y “terroristas” de Ecuador, refiriéndose al hambre, la pobreza y la desigualdad.

El gobierno de Febres-Cordero (1984-1988) justamente justificó sus acciones bajo la premisa del combate al “terrorismo”.

Antes de todos estos homenajes  los miembros de la Juventud Alfarista realizaron una convención nacional en el auditorio de la Facultad de Jurisprudencia. El hijo de Lima Trujillo pronunció: “Una vez me preguntaron si prefería tener un padre vivo a mi lado o un padre héroe y yo respondí la segunda opción. Lo importante es que la memoria de mi padre aún sigue viva”.

Édgar Frías, quien fue líder activo de AVC, indicó que “los jóvenes saben que nos jugamos el todo por un ideal. No hay que perder la memoria”.

Los recordatorios se realizaron luego de que jóvenes de varias provincias, como Esmeraldas, Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Santa Elena, Pichincha, entre otras jurisdicciones, instalaran la convención nacional. En la reunión se abordaron temas como la política nacional, política internacional, el uso de las redes sociales, entre otros.

Analizaron la restauración conservadora, denunciada por el presidente Rafael Correa. También saludaron el triunfo de Evo Morales en Bolivia.

Yaromi Intriago, joven representante de Manabí, expresó que “no es necesario utilizar armas y piedras para buscar un cambio, sino ideas”. Además, se evidenció complacida de que los nombres de quienes entregaron la vida hayan sido plasmados en una placa.

Darío Robinson destacó que hace 7 años los jóvenes de su provincia no eran tomados en cuenta como factor importante para el desarrollo del país.

Actualmente AVC busca convertirse en una agrupación política de carácter nacional. De hecho forma parte del Frente Unidos, que reúne a los movimientos y partidos políticos que apoyan el gobierno de Rafael Correa.

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