A pesar de que al momento de su muerte se lo recordaba como «Filosofito», lo cierto es que José Guerra Castillo firmó con muchos seudónimos a lo largo de su vida, en la que se desempeñó como periodista, guionista y profesor universitario. Hace más de cincuenta años este personaje de la cultura popular guayaquileña empezó su carrera como comunicador en diario EL TELÉGRAFO, que fue fundado en 1884 por su abuelo, José Abel Castillo.

También firmaba como César Danné, P. Penacho, Alonjo Quijano, Jota o Pepe Paz. Uno de sus seudónimos más célebres es Hugo Vernel, con el que se desempeñaba como guionista de obras teatrales y de radionovelas en una etapa —la década de los cincuenta— en la que la televisión aún no había llegado a Ecuador. El Canal 4, el primero del país, fue fundado en la década de los sesenta.

Antes de que los hogares empezaran a tener pantallas, el gran medio de difusión masiva de historias de ficción era la radio, y José Guerra Castillo era uno de los autores recurrentes de las historias que podían escucharse en las radionovelas que se transmitían a través de estaciones como Atalaya o CRE. Una de esas era Vida y pasión de Jesús, popular en Semana Santa. En esa época colaboraba con David Ledesma Vásquez, uno de los poetas del Club 7, quien, además de versos, escribía libretos y tenía un programa dedicado a Cuba.

Guerra Castillo es el autor de El Che: 43 días inolvidables en Guayaquil, un libro de unas cincuenta páginas que cuenta la historia del paso por el puerto principal de Ernesto ‘Che’ Guevara, a quien, sostenía, había conocido personalmente. Ahí se recoge una de las pocas fotos del Che, tomada por Miguel Jordán, y que mostraba al médico argentino sin camisa poco después de sufrir un ataque de asma mientras se bañaba en el río Guayas.

José Guerra Castillo,  murió el pasado 26 de abril, a la edad de 99 años. Hijo de la poeta y escritora Zaida Letty Castillo, Guerra tenía una vena artística que le llevó a desempeñarse en distintos campos relacionados con las artes. Además de sus trabajos como periodista y guionista, fue cantante y bailaor de flamenco en la tribu dancística de Carmen Amaya, en la que bailaba con el nombre de Curro Montes.

Mantenía un espacio diario en radio Cristal, en el que comentaba la actualidad política y artística del país. También se desempeñó como editorialista en diarios como Extra y Expreso, donde publicó columnas por más de treinta años, y dio clases en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil (Facso), en la que trabajó desde su fundación, en 1980. Ahí dictó la cátedra de Periodismo Interpretativo y Opinión.

La poeta Ileana Espinel se refería a José Guerra Castillo como «un abanderado de la estética, el humanismo y la justicia». (I)

ADICIONAL
José Guerra Castillo
Filosofito

Teatro, poesía y otras artes
Grabó varios discos de poesía, como Poetas del Ecuador para la colección El Archivo de la palabra de HJCK de Bogotá; Lorca y Hernández, el titiritero y el pastor, para Sonoradio de Lima; La Palabra Prohibida, de León Felipe y Ángela Figuera, en Guayaquil.

Fue autor de obras teatrales como Damián, El Hermano Humildad, La serpiente dormida o El vendedor de ilusiones. Su primer libro, La Linterna de Diógenes, fue editado en 1964 por la Casa de la Cultura. Otros títulos suyos son Mis personajes inolvidables, Cuba de hoy y Del hombre, la libertad y la paz. (I)