Grandes plumas
Grandes plumas: Juan Murillo Miró
La obra de Juan Murillo Miró
EDITORIAL DEL PRIMER NUMERO DE EL TELÉGRAFO
Febrero 16 de 1884
Organizada definitivamente la República por una serie de esfuerzos, de abnegación y patriotismo, destinados a constituir seguramente una de las más brillantes páginas de nuestros anales políticos, aparece esta publicación periódica, bajo los auspicios de las garantías sociales reconquistadas y de la libertad francamente asegurada la prensa independiente…
…este pueblo, esta entidad colectiva que se llama el comercio, necesita un órgano propio de manifestación y EL TELÉGRAFO viene a satisfacer esta exigencia…el variado programa del periódico, bisemanario, que hoy se pone bajo la protección de esta indulgente sociedad.
El diario fue cerrado por orden gubernamental y fue reabierto, el 14 de octubre de 1896, y empezó con un editorial escrito por Juan Murillo M. Este es su segundo editorial:
EL TELÉGRAFO como el FÉNIX, renace hoy de entre las cenizas, después de diez años en que su director y redactores fueron expulsados violentamente del país, a consecuencia del régimen draconiano que imperaba en el Ecuador de 1886… Juan Murillo M.
Algo más del personaje
La vida del fundador de diario EL TELÉGRAFO
Página del lunes 16 de febrero de 1959, ren el que se realza la vida de Juan Murillo Miró.
Juan Murillo fue presidente del Concejo Cantonal de Guayaquil en 1880.
Viajó a Alemania en 1881 y se estableció en Hamburgo. Allí se convirtió en agente para varias firmas locales. En 1882 fallecieron su madre y su esposa.
Dos años más tarde murió su padre. Él le dejó la Imprenta Murillo y un mes después publicó el primer número de diario EL TELÉGRAFO.
José María Plácido Caamaño, presidente de esa época, ordenó el cierre del diario y detener a Juan Murillo. Pero su amigo, Félix Luque, pagó la fianza. Luego viajó a Valparaíso (Chile) donde permaneció 11 años. Allí publicó su libro Historia del Ecuador de 1876 a 1888.
En 1899 fue llamado por su amigo Eloy Alfaro para ocupar la dirección de la Escuela de Artes y Oficios. Vendió las acciones de EL TELÉGRAFO a José Abel Castillo, y se fue a vivir a Quito.
→La Imprenta Murillo desapareció en un incendio en 1891. (I)