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El gobierno perfecto no existe, puesto que en el ejercicio de gobernar entran en juego múltiples variables, lo cual ocasiona que las acciones no necesariamente satisfagan las expectativas de la sociedad. Además, la valoración ciudadana sobre el desempeño de un gobierno siempre será subjetiva, sin perjuicio de lo cual, para arribar a conclusiones objetivas, lo aconsejable sería basarse en tabular el número aciertos y de errores durante el período de gestión, respecto a temáticas distintas.
El gobierno debe unir a la nación, construir cohesión social y estabilidad política; tenderá puentes para el diálogo sobre una agenda nacional entre diversos sectores sociales y políticos, será tolerante con la crítica y, defenderá la democracia participativa con sus bases fundamentales, como el respeto a los otros poderes públicos y al Derecho, el cuidado de los derechos; será contrario a utilizar el poder para beneficio propio, a abusar de él, a perseguir y acallar las voces críticas.
El gobierno debe enfocarse al logro de transformaciones significativas y, a responder con su accionar sintonizado con las demandas sociales. La eficiencia administrativa debe ser rasgo central. El gobierno está llamado a realizar el máximo esfuerzo con estrategia política y de gestión, canalizando todos los recursos disponibles, humanos, económicos y logísticos, para cambiar la realidad y garantizar en especial, seguridad, empleo, servicios públicos de calidad.
Todo gobierno está obligado a fortalecer la economía nacional como el espacio de generación de riqueza y de asignación de recursos para la economía pública y privada, además, buscará un posicionamiento óptimo en la arena internacional. Trabajará por la sostenibilidad y responsabilidad ambiental, usará adecuada y transparentemente el dinero; el buen gobierno evitará la corrupción, el despilfarro, la mentira y la manipulación con propaganda y desinformación. También el gobierno ha de ser previsor, capaz de crear las condiciones para que el país se desarrolle con políticas de Estado, lo que permitirá estabilidad y progreso, atacando con prioridad los problemas estructurales.
Este es un puñado de ideas útiles para que el ciudadano evalúe a un gobierno, en cualquier tiempo, así como para anticipar el desempeño de uno nuevo -a partir de las propuestas y planes de los candidatos-, si logra ganar las elecciones. No hay gobierno perfecto, sino gobiernos que generan más o menos satisfacción a la gente.