Alfredo Orellana, actual presidente del club, pasó por todas las instancias del equipo. En su juventud fue deportista, luego entrenador y más tarde se dedicó a la dirigencia. A la par de la presidencia del Caribe, estuvo vinculado con  la Federación Deportiva de Sucumbíos.

¿Por qué se decidió dejar de jugar en el torneo de ascenso de la provincia?

La asociación provincial no está organizada. El presidente de la federación la maneja a control remoto. No existe una planificación y, a pesar de que nos encanta el fútbol, no podemos malgastar recursos.

¿Cuál es la idea central del club?

Que el equipo, en algún momento, llegue a la serie “B”, pero por ahora es difícil porque hay pocos recursos. El pueblo no  es consciente del fútbol profesional y ni siquiera aporta pagando la entrada. Por eso damos la oportunidad para que los chicos salgan.

¿A qué atribuye el éxito del Caribe para formar elementos?

Tengo visión para los jugadores, y el “profe” Perlaza mucha más. Así hemos trabajado siempre y de esa forma llegaron elementos al fútbol profesional. Eran becados, vivían en mi hotel, pero se complica por lo económico.

¿Antonio Valencia está pendiente del equipo en el que se inició?

Me parece que  está un poquito mal asesorado, porque  se ha olvidado de que acá se le ayudó. Da pena decirlo, pero es verdad.  Eso sí, como jugador es un gran deportista, un profesional total y hoy mantiene ese perfil  sencillo.