Licenciado

Orlando Pérez

Director de diario EL TELÉGRAFO

Cuando una persona o un grupo deja que se desborde el odio y estimule a sus instintos para causar daño a los individuos o instituciones es innegable que pierde la capacidad de analizar, contrastar, contextualizar, averiguar, equilibrar criterios y opiniones; produciendo más bien un ofuscamiento irracional, que no mide en ningún momento las consecuencias. Y si las mide, es para provocar daño a los demás.

Eso es lo que sucede con una rabiosa oposición aparecida en el país, que no se detiene ante nada y que intenta sin suerte (menos mal para el país) provocar cualquier consecuencia funesta, con tal de que se cumplan sus despropósitos. Esto alimenta la prensa autodenominada independiente, que curiosamente da sus espacios solo a gente de la oposición. Y lo más anecdótico es que estos que están todas las semanas invitados en esos medios se quejan de que “no hay libertad de expresión”.

En estas circunstancias, las falsedades y las mentiras que van cayendo en el vacío alimentan el fortalecimiento de la parte agredida. Entonces sería bueno que los rabiosos opositores analizaran el porqué la población ecuatoriana no les da una respuesta como ellos quisieran tener. ¿Será porque con cada mentira que se descubre pierden credibilidad o porque su odio y ofuscamiento les hace cometer errores muy seguidos?

Atentamente
Dr. Galo F. Terán I.