Señor Director
Diario EL TELÉGRAFO
Los latifundios, las herencias mal habidas, el despojo ‘legal’ de la tierra y la fuerza del trabajo de obreros y campesinos en el mundo datan de muchos siglos atrás, muy particularmente desde la larga noche de los 500 años, en que los sátrapas llamados a sí mismos conquistadores, impusieron en las Indias Occidentales -América Latina- en la América mestiza, en este pueblo cósmico, en esta Patria Grande, soñada por el Libertador Simón Bolívar, a sangre y fuego, en nombre de la cruz y la espada, impusieron las formas más de terribles de explotación a nuestros indómitos antepasados: las mitas, obrajes y encomiendas: veneremos a Atahualpa, Rumiñahui, los Condorazos y Duchicelas, jefes tribales, quienes nos legaron el temple de honor y grandeza; se engendró en la Colonia al sabio Eugenio Espejo -hijo de Luis Chusig y Catalina Aldaz-, luego insurgió el ‘Viejo Luchador’, como verdaderos abanderados de la justicia y libertad. En el largo peregrinar para liquidar a los conquistadores, el advenimiento de la Gran Colombia y los tiempos de nuestra república, ríos de sangre, atrocidades, muertes, sobre ellos se levantaron los grandes latifundios, de los predestinados, de los dueños del poder del Estado. Hoy que estamos viviendo -no solamente en América Latina y en el mundo entero- tiempos transformadores y revolucionarios, los explotadores de siempre, la derecha reaccionaria, los chantajistas y vividores del sudor del pueblo, asoman como los salvadores, defienden la herencia, se resisten a pagar tributos, ansían volver al poder a toda costa. No quieren ser humanos y solidarios, no piensan que la vida es efímera y más vale que nos recuerden con cariño, antes que digan: ‘Por fin se murió ese desgraciado’. En efecto, la historia, jamás hay que olvidarla, que los desclasados entiendan que después de Eloy Alfaro hubo Jaime Roldós; ahora, los líderes latinoamericanos, vilipendiados a más no poder por los banqueros y más chulqueros nacionales e internacionales, les indilgan todo lo malo, pero sus pueblos los premian con sus votos. Compañero Presidente del Ecuador, sigue adelante, eres un gran timonel, tienes excelentes tripulantes y una tropa invencible e indestructible que somos el pueblo. Hay que lanzar por la borda el lastre incrustado en el Gobierno. Hay que investigar cómo un manojo de sujetos se adueñaron de miles de hectáreas que son patrimonio de las comunas costeras. Que se revisen los famosos ‘acuerdos ministeriales’, que no eran otra cosa que el despojo ‘legalizado’. ¿Eso será herencia? Que se investigue quiénes se llevaron millones de metros cúbicos de madera procesada -parquet- de los inmensos bosques de madera fina de la provincia de Esmeraldas. Que la Comisión de la Verdad también recopile estos datos, que se investigue quiénes asesinaron al expresidente de la Escuela de Derecho de la Universidad de Guayaquil, Lcdo. Rafael Brito Mendoza, el 20 de agosto de 1970.
Att.
Ab. Ángel Chávez Mestanza
Msc. Diplomacia y Ciencias Internacionales
