Esa es la peor, la oscura, la impostora, la mentirosa, la farsante, la tramposa, la que pasa como amiga, la traidora, la mayor amenaza para la humanidad que intenta ser civilizada. Es la cara que protege, cobija y alimenta al Estado Islámico, los que asistieron su alumbramiento, después de violar a Irak, Afganistán y Libia; dejaron que creciera el monstruo, dejaron que martirice a Siria, con cientos de miles de muertos y refugiados; todo por el dominio geopolítico y el petróleo barato, que vendido por el Estado Islámico pasa vía Turquía. Esto se sabía hace años, pero siempre fue silenciada por esa otra cómplice, la prensa internacional. A esa otra cara farsante qué le puede importar los cientos de miles de víctimas árabes, ni siquiera los muertos turcos ni los franceses. Hicieron un teatro de coalición (EE.UU., Francia, Turquía, Reino Unido, etc.) dizque atacando al Estado Islámico, y ahora que Rusia sí está golpeando de verdad a los terroristas, con el mayor cinismo, le derriban un avión; obviamente para seguir solapando ese engendro del mal llamado Isis; sí, engendro de un progenitor que es el verdadero mal, el imperialismo y su brazo armado, la OTAN. Tal vez cabe hacer una pregunta: Ante todo ese martirio al que es sometido el Medio Oriente, que produce una respuesta ya desesperada y alienada de parte de sus habitantes, ¿hasta cuándo el resto del mundo que no participa de esa barbarie va a seguir impávido los acontecimientos?

Atentamente
Ney Mancheno