Arroyo y Valencia tienen una amistad de gran peso
El campeón mundial juvenil de pesas en los 105 kilos, Jorge Arroyo, revela su secreto para conseguir logros deportivos de alto nivel. “Aquí la clave es una buena comida, a base de verde y de yuca, por eso es que salimos campeones de Orellana, porque allá comemos bien”, dice sonriendo Arroyo.
La risa del halterista de 20 años es secundada por Enrique Valencia, también campeón juvenil, pero en los 62 kilos: “Es que allá la gente está hecha de buena madera… ja, ja”.
Ambos pesistas, que buscarán conseguir el oro en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, nacieron en El Coca y son amigos desde su infancia. “Nosotros jugábamos pelota en Orellana, desde chiquitos somos amigos y ahora compartimos la pasión por el mismo deporte”, indica Arroyo, quien obtuvo su título juvenil en julio pasado, en Malasia.
Allí Arroyo levantó 183 kilos en arranque, 210 kg en envión y 393 kg en total, con lo que se adjudicó tres oros en suelo asiático. “Por ser campeón mundial todos van a querer que obtenga una medalla en Guadalajara. Ojalá se pueda y consiga el oro… si gano, mi triunfo va para Ecuador”, manifiesta.
De su parte, Valencia consiguió su título en el Mundial de Cali, Colombia, en 2008. Ahí, el deportista de 22 años se colgó la dorada en envión, al levantar 151 kilos. “Como profesional todo es más complicado, pero vamos a dar pelea en los Juegos”, asegura Valencia.
Recordando lo que eran sus vidas 10 años atrás, Arroyo y Valencia relatan sus inicios el levantamiento de pesas. “A mí no me gustaba el halterismo, yo quería ser futbolista, pero a fin de cuentas tuve que dejar el fútbol para empezar a trabajar en un taller mecánico donde se arreglaban motores de lanchas”, rememora Valencia.
El rechazo de “Kike” -como es conocido Valencia en El Coca- a las pesas, poco a poco se fue diluyendo. “El profesor Tarciso Montaño siempre me insistía para que vaya, pero a mí no me llamaba para nada la atención. Llegué a ser deportista gracias a la insistencia de don Tarciso, quien, además, es tío de ‘Vicho’ (como es llamado Arroyo en su barrio)”, dice Valencia.
Algo parecido le sucedió a Arroyo. “Desde pequeño yo acompañaba a mi tío (Montaño) al gimnasio, pero no me atraía el mundo de las pesas. Ya con el pasar de los años, él me convenció de empezar en esta maravilloso deporte”, señala Arroyo, quien en su adolescencia se inclinó por la mecánica automotriz, pero que ahora apunta a graduarse de ingeniero en sistemas.
Luego de su intervención en los Juegos Panamericanos, el equipo de levantamiento de pesas intervendrá en el Mundial de Francia, que servirá como clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“El 2 de noviembre participamos en Francia. Ojalá ahí no solo consigamos tener una buena actuación, sino que podamos, como equipo ecuatoriano, lograr el paso a los Juegos Olímpicos, ese ha sido mi sueño de toda la vida”, resalta un emocionado Arroyo.
Además de Arroyo y Valencia, otros halteristas que tienen grandes opciones para obtener preseas doradas en los Panamericanos son las esmeraldeñas Seledina Nieves y Alexandra Escobar, campeonas vigentes del torneo, luego de haber conseguido sus oros en Río de Janeiro 2007.
Valencia competirá en 69 kg mañana, a las 14:00, mientras que Arroyo actuará el jueves, a las 12:00.