El reto es desterrar la pobreza y la disparidad provocadas por una estructura económica que discrimina por género o edad
Las diferentes generaciones confluyen en el impulso de una agenda de igualdad (Infografía)
El 44% de ecuatorianos tiene entre 0 y 17 años o supera los 65. Pese a esto, son quienes mayores exclusiones sufren: el índice de analfabetismo afecta a 2 de 10 adultos mayores (27,27%) y la pobreza extrema es mayor en el caso de los niños menores de 15 años (20,2%) y de los adultos mayores (14,2%). Una persona se considera pobre extrema si percibe ingresos menores a $ 1,48 diarios.
Bajo estas consideraciones, el país se ha planteado un reto: desterrar la pobreza y la desigualdad generadas por la aplicación de una estructura económica que deja de lado a quienes por su condición, género o edad no integran la maquinaria de la producción.
Tras la aprobación de la Constitución en 2008, una de las misiones fundamentales del Estado es la construcción de una sociedad que derrumbe las barreras etarias. Por ello, el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia se convirtió en el Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (CNII).
Desde entonces Estado, Gobierno y organizaciones sociales participan en la construcción de una agenda nacional. Uno de los temas es la inclusión de una visión intergeneracional en el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017. No en vano, 8 de los 12 objetivos contienen 35 políticas y 82 lineamientos que hacen referencia a la acción en favor de los grupos etarios.
Otro paso importante es la formulación de la Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza (Eniep), impulsada por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) y la Secretaría Técnica para la Erradicación de la Pobreza (Setep). Tiene 3 componentes y uno de ellos es la protección integral al ciclo de vida. El componente “es pensado como un conjunto articulado de instituciones, normas y voluntades, además del compromiso del Estado, la sociedad y la familia para la realización del Buen Vivir”.
El último paso es la Agenda Nacional para la Igualdad Intergeneracional (ANII) 2013-2017. Con ella, se busca implementar políticas públicas que, desde una visión holística, abarque a todas las edades, construyendo nuevos derroteros sociales y modificando los patrones culturales que mantienen la desigualdad y la pobreza.
En última instancia, se trata de “cambiar de chip” a la sociedad creando una convivencia solidaria entre todas las generaciones. Como indica la ANII, “resulta necesario reaprehender el ciclo de vida”.
Las condiciones de partida para aplicar la agenda son distintas a las de 2006, cuando el neoliberalismo imperaba en Ecuador. En los últimos años se han generado avances importantes en la reducción de brechas y ahora el país atraviesa por el denominado bono demográfico, que se extenderá hasta la cuarta década del siglo XXI. Este consiste en que la cantidad de personas en edad de trabajar es mayor que el número de niños, adolescentes y adultos mayores. Posteriormente, la sociedad envejecerá.
Contar con una Agenda Nacional para la Igualdad Intergeneracional enmarcada en un Plan Nacional para el Buen Vivir y una Constitución garantista de derechos, permitirá que el país esté preparado para aplicar, cada vez, políticas que mejoren las condiciones de vida en cualquier edad.
La ANII contiene propuestas que permitirán el diseño de planes, programas y proyectos que garanticen el cumplimiento de los derechos, la reducción de brechas y la superación de los patrones culturales discriminatorios a lo largo del ciclo de vida. De esta manera se logrará establecer un profundo y persistente abrazo solidario entre las generaciones.