Las negociaciones comerciales con Estados Unidos buscan que los productos ecuatorianos sean más competitivos en ese mercado. En el corto plazo se espera que cuatro productos -brócoli, alcachofa, rosas y atún en funda- ingresen al Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGP) para que sean más atractivos para los consumidores estadounidenses y podamos aumentar nuestro volumen de exportación a ese país.

Autoridades y expertos coinciden en que esta es una solución inmediata para impulsar algunas de las ventas al exterior del país. Sin embargo, es importante concretar un acuerdo comercial para que las exportaciones sean sostenibles en el largo plazo. El propio ministro de Producción, Iván Ontaneda, indica que cada año el Gobierno ecuatoriano “toca la puerta” para renovar las preferencias arancelarias. La idea del acuerdo es que estos beneficios, para ambos países, sean estables, se mantengan independientes de los mandatarios de turno, y que se fortalezcan las relaciones con nuestro ya primer socio comercial.

Es importante considerar que la firma del acuerdo comercial requiere de varias fases de negociación previas entre los dos gobiernos. “No se firma de la noche a la mañana”, reconoce Ontaneda. Pero un ingrediente importante es la voluntad política y afirma que eso quedó en evidencia tras la cita entre Lenín Moreno y Donald Trump. El Ministro es optimista en que el año electoral no interferirá en la concreción de los compromisos logrados con el Gobierno estadounidense.

La siguiente reunión entre altos representantes de las dos naciones será el 15 y el 16 de abril para establecer una agenda concreta para la negociación del acuerdo. En esta cita además se determinarán los sectores sensibles que podrían afectarse con el acuerdo y los instrumentos disponibles para su protección. Ontaneda dijo que podrían plantear canastas diferenciadas y plazos de desgravamen extensos para mitigar los impactos y que estas áreas tengan oportunidad para volverse más competitivas. (O)