La capital de los ecuatorianos no solo es una de las más antiguas del continente americano, ahora es la más poblada de Ecuador después de superar a Guayaquil que tuvo esa posición durante más de un siglo. Se trata de un enorme desafío para una ciudad como Quito, cuyas características geográficas son diferentes a todas las ciudades ecuatorianas y también del mundo.
Larga y angosta, son las características principales de Quito que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), tendrá este año 2’735.987 habitantes; en tanto que la proyección de Guayaquil es de 2’698.077, lo que marca una diferencia de 37.910.
Para 2020 la misma entidad estatal proyecta una población de 2’781.641 para Quito, versus 2’723.665 de Guayaquil, con lo cual la diferencia será de 57.976 habitantes.
Una de las causas más recientes que explican el crecimiento de Quito fue el traslado del aeropuerto Mariscal Sucre desde el norte de la ciudad a la parroquia rural de Tababela. La capital no permitía el crecimiento vertical y los edificios debían construirse con una restricción de pisos y solamente en lugares que no tuvieran línea de vista con el aeropuerto internacional.
Todas las ciudades del país han recibido durante décadas la migración desde las zonas rurales, especialmente Guayaquil, que siempre fue la más poblada. En poco más de un año, alrededor de un millón de venezolanos ingresó a territorio ecuatoriano y se calcula que entre 250.000 y 300.000 se quedaron en Ecuador y se cree que es Quito donde más se asentaron.
Esta nueva realidad significa que la capital tiene enormes desafíos en varios temas, especialmente la movilidad y la vivienda. La ciudad se ha extendido hacia las laderas del Pichincha y también hacia los valles, al sur y al norte, donde hay barrios de 200.000 y 300.000 habitantes.
Se calcula que para finales de este año o a comienzos del próximo los trabajos del Metro, que unen el sur y el norte en 35 minutos, serán entregados y los datos del INEC justifican plenamente la construcción de esa obra. (O)