Las rosas ecuatorianas son famosas en el mundo por su gran belleza y elegancia. Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China, Tailandia o Chile compran esas flores.
Cada año se exportan 650 millones en rosas frescas, el 45% de ellas tiene como destino Estados Unidos, y Ecuador es el segundo proveedor de ese país.
La Unión Europea representa el 20% del mercado; le sigue la nación más grande del mundo que limita con Europa y Asia con el 18%. Y el resto, que equivale al 20%, está destinado a otros países.
Ayer el sector florícola nacional recibió una buena noticia: el Gobierno estadounidense incluyó a las rosas ecuatorianas en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), eso significa que ingresarán sin pagar aranceles (antes eran del 6,8%) a ese país.
El embajador de EE.UU., Mike Fiztpatrick, anunció la noticia en un video que muestra su bandera elaborada con rosas azules, rojas y blancas, y un mensaje escrito que dice: “un gran avance en la relación comercial bilateral. Esta es una decisión de la Casa Blanca tras la recomendación del Representante de Comercio de EE. UU., antes de San Valentín, día de mayor consumo entre los estadounidenses”.
Es una industria que mueve $ 800 millones al año y genera más de 100 mil empleos, de los cuales el 51% es ocupado por mujeres. Esas cifras podrán crecer aún más tras este acuerdo.
Para el Gobierno ecuatoriano es el resultado de la buena relación que mantienen ambos países, plasmada en una visita oficial del presidente Lenín Moreno a su homólogo, Donald Trump, en febrero de este año.
La popularidad de las rosas locales en el mundo se debe a su alta calidad y al cumplimiento de estrictos estándares laborales y ambientales por parte de sus productores.