Recursos y oportunidades. Eso necesitan las mujeres del campo, que en Ecuador suman 2,7 millones, para mejorar su situación e incentivar su trabajo. Ayer, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) presentó la Estrategia Nacional Agropecuaria para Mujeres Rurales (ENAMR) en Zuleta, provincia de Imbabura.
Ellas son las protagonistas. Siembran, conservan la agrobiodiversidad, crían de animales y contribuyen con su trabajo no remunerado en el campo y en la casa.
También el pilar fundamental para combatir la pobreza rural, la desnutrición y motor para transmitir sus hijos el valor de las actividades relacionadas a la ruralidad.
Esta estrategia va en consonancia a la Política Pública Agropecuaria 20-30, presentada en febrero de 2020, que busca un desarrollo sostenible para el sector.
Apunta a visibilizar el rol de la mujer en el campo y su importancia en cuidado de la soberanía alimentaria, que está basada en la agricultura familiar campesina. Esta genera el 70% de los empleos rurales y el 60% de los alimentos que se consumen en nuestras mesas.
La estrategia se construyó con la participación de 1.300 mujeres rurales y 450 lideresas de todo el país. También con la asesoría de la FAO, ONU Mujeres y del Programa Mundial de Alimentos.
El presidente Lenín Moreno participó en el lanzamiento de esa estrategia y reconoció el esfuerzo y dedicación de las mujeres rurales durante los meses más críticos de la pandemia. Nunca dejaron de proveer los alimentos, armaron 40.000 canastas, con productos sembrados y cosechados por ellas, recorrieron las calles desiertas y los repartieron casa por casa, dijo.
BanEcuador creó el crédito productivo Súper Mujer Rural para préstamos con una sola firma. En este año entregó más de $299.000 en créditos a mujeres del campo, que han servido para mejorar los cultivos y sus vidas.