En Ecuador, uno de cada cuatro niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica. La situación es peor para la niñez indígena: uno de cada dos niños tiene ese problema y cuatro de cada 10 padecen anemia^. Eso dice un informe de Unicef en una publicación de 2019. El organismo internacional cita como fuente la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, elaborada por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en 2014.

Pero, ¿qué efectos tiene la desnutrición en los pequeños? Baja estatura, menos logros educativos e ingresos económicos cuando trabajen de adultos. Todo esto afecta el desarrollo social y económico de las comunidades y los países.

El Gobierno creó el Bono de Apoyo Nutricional de $240, que se pagará por una sola vez durante este mes. Hay 7.992 familias beneficiarias, usuarias de los servicios de Desarrollo Infantil del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Esa secretaría de Estado hace encuentros in situ y  virtuales para capacitar a las madres de familia que ya reciben ese apoyo económico.

Ayer, por el Día  Mundial de la Alimentación, se hizo un taller en el Centro de Desarrollo Infantil Antonio Gil, en el centro de Quito, que contó con la participación del titular del MIES, Vicente Andrés Taiano.

Las madres aprenden sobre la importancia de la alimentación de niños, de las madres embarazadas y los alimentos que deben consumir para crecer bien. También hablan sobre importancia de las proteínas, los minerales y las vitaminas como verduras, hortalizas y frutas en el desarrollo de sus hijos.

Los porcentajes de las raciones de alimentos que aportan a los niños durante el día son: el desayuno con el 25% hasta el 30% de la energía calórica, mientras el almuerzo con el 35% hasta el 40%.

Sin embargo, cientos de niños ecuatorianos no tienen ni desayunos ni almuerzos, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por ampliar la red de protección social.