El Presidente de la República ratificó el miércoles el compromiso del Gobierno de luchar contra la corrupción. Lo hizo mediante varios mensajes. El más fuerte fue, quizás, el anuncio del cierre de la Secretaría Anticorrupción de la Presidencia. El gesto resulta significativo ya que el Jefe de Estado destacó la labor del organismo. “Desde su creación, esa oficina ha hecho un buen trabajo en prevención de decenas de casos de corrupción que por su misma acción no llegaron a ocurrir. También coordinó con Contraloría y Fiscalía el acceso a informaciones que permitieron sentencias y procesos penales”, dijo.

El cierre de la entidad no obedece a una renuncia del Ejecutivo a combatir el aprovechamiento indebido de fondos y recursos públicos, sino a un acto para evitar que las actuaciones del organismo impidan, de manera eventual, la celeridad en la acción de la Fiscalía o de los tribunales del país en cualquier caso de corrupción, aseguró el Primer Mandatario.

Un acto de transparencia como los que recordó ha realizado el régimen desde que asumió el poder el 24 de mayo de 2017. Rememoró, por ejemplo, que se han presentado más de 1.500 denuncias por actos irregulares durante su mandato. Aludió, también, que pidió la renuncia a dos de sus vicepresidentes cuando las autoridades de justicia lo requirieron. Y añadió que “en el país hay un expresidente procesado en varias causas y sentenciado; dos exvicepresidentes con sentencias y alrededor de 17 altos funcionarios prófugos. Además de 22 que están privados de libertad y con medidas sustitutivas”.

Mencionó que la actual situación obedece a que “el país ha convivido demasiados años con un nivel de corrupción alto”. Y llamó a la sociedad y a los otros poderes del Estado a hacer su parte contra ello. Por ello, conminó a la Asamblea a aprobar el proyecto de Ley de Extinción de Dominio, que permitirá recuperar los recursos fruto de la corrupción, y creará jueces especializados en la materia. Además, adelantó el envío de dos reformas penales para evitar actos indebidos en épocas de emergencia como la actual. (O)