La prensa y otros sectores alientan una supuesta amenaza contra CIDH
El viernes en Washington se realizará la Asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar las reformas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
Ecuador quiere que el organismo acoja las propuestas consensuadas en la declaración de Guayaquil aceptada por 18 países que ratificaron el Pacto de San José, uno de los ejes del SIDH. La representante ecuatoriana ante la OEA, María Isabel Salvador, habla sobre lo que ocurrirá el 22 de marzo.
¿Qué se espera de la reunión del viernes?
Hay que recordar que esta Asamblea es extraordinaria y que el tema central es presentar las propuestas para aplicar las recomendaciones de hace más de un año. Sin embargo se han generado varios sucesos, es más, ayer la CIDH modificó su reglamento, ante la solicitud de los estados.
Pero hay varias otras cosas que se van a resolver. Nosotros aspiramos a que en la resolución del viernes se incluyan los puntos que se trataron en Guayaquil; eso sería lo mínimo en vista de que son 19 de 34 países los que formaron parte de la reunión. En principio todos los países deberían ratificarse en su posición.
¿Podrían cambiar de opinión?
Yo tengo una seria preocupación, es penoso porque parecería que las posiciones podrían cambiar en relación al acuerdo que se obtuvo en Guayaquil. Basta tomar las declaraciones del presidente Santos de Colombia en las que dice que respalda 100% a la CIDH y la Relatoría a la Libertad de Expresión.
En Guayaquil no se estuvo en contra de la libertad de expresión ni algo parecido, pero sí fuimos bien claros respecto de la universalidad y del financiamiento y la igualdad de las relatorías, el resultado solo lo veremos el viernes.
Ahora en la OEA, como en muchos organismos, se tiende a que las resoluciones se tomen por consenso, pero Ecuador actuará en base a principios y no tiene ningún temor o preocupación de llegar a una votación de ser necesario. Ese mecanismo lo que hace es evidenciar la postura de los estados, yo a veces pienso que es mejor porque las posiciones se transparentan y sabemos a qué atenernos en el futuro.
¿Hay una confirmación de los países que mantendrían su apoyo a los resultados obtenidos en la Convención de Estados Parte en Guayaquil?
Este es un proceso que inició hace casi dos años, efectivamente la semana pasada en la Convención de Estados Parte se obtuvo una resolución que es al más alto nivel como cancilleres y directores de las cancillerías.
¿Existe alguna lista de los países que se opondrían a la propuesta de los estados parte?
Hay alrededor de 10 países que no se han adherido a la Convención. La declaración de Guayaquil recoge aquellos temas que son los más importantes principalmente el de la universalidad del Sistema Interamericano, que es absolutamente aceptado por todos, es decir que en algún momento todos los miembros de la OEA se adhieran a la Comisión. También se recoge el principio de la indivisibilidad de los derechos, es decir que no hay derechos más importantes que otros, sino que todos son iguales.
Es evidente que hay países que han asumido eso como una forma de mantener el estatus quo y no hacer ningún cambio al funcionamiento de la Comisión porque lo han tomado como una amenaza al SIDH, alentado por intereses económicos como la prensa y otros actores.
¿Se busca cambiar la forma de financiamiento? ¿En Guayaquil se obtuvo algo favorable?
Lo que queda claro es que el SIDH tiene serios problemas de financiamiento. Los estados estamos conscientes de que el sistema necesita ser financiado; lo prioritario sería que quienes se han adherido lo financiemos completamente, adicionalmente que otros estados puedan contribuir, lo que es clave es que la contribución no sea condicionada.
Hablando de un caso concreto la relatoría para la libertad de expresión recibe financiamiento casi en un 100% de afuera, eso queremos evitar porque va contra la libertad de los derechos. La propuesta es que el aporte vaya a la bolsa general para distribuir equitativamente entre todas las relatorías.
¿Al interior de la OEA la propuesta de Ecuador se percibe como una forma de fortalecer el programa o de atacarlo?
El proceso tiene como objetivo fortalecer el Sistema, desgraciadamente la posición de Ecuador y de otros países ha sido manipulada y se ha transmitido una información equivocada como si se quisiera destruir a la CIDH y eso es falso, nosotros estamos presentes contribuyendo y proponiendo cosas positivas, pero hay intereses clarísimos y eso es lo que han tomado ciertos medios. Por ejemplo, El Comercio y el Washington Post tratan de vender una imagen contraria del país, esto hace que se genere una opinión negativa. Hay países que también han asumido esa actitud.
¿En la OEA cómo están las relaciones con Estados Unidos?
Al interior de la OEA las relaciones con Estados Unidos son cordiales y de respeto, no hemos tenido situaciones de extrema tensión, es un espacio en donde los estados pueden sentarse en la misma mesa y conversar de distintos temas, también con Canadá, que se puede decir que es más fuerte contra la postura ecuatoriana.
En cuanto al resto de la situación es difícil pronunciarme, pero evidentemente se puede generar algún nivel de tensión. Pero el presidente Rafael Correa ha sido frontal y dijo lo que tenía que decir sobre la participación de organismos con intereses específicos de los Estados Unidos vinculados a la CIDH con claros intereses políticos.
¿Cuál fue el logro de la Convención de Estados Parte?
Además de haber reunido a 18 de 24 países es muy bueno y lo mejor es que se puso sobre el tapete temas que en la OEA son tabú, como el reflexionar que la sede salga de Washington, la potestad de la CIDH al dictar medidas cautelares; son temas que si bien es cierto no hay una resolución, pero ya se tratan. Otro logro es la necesidad de seguir reuniéndose, por ello se le pidió a Ecuador que coordine y deberá ser lo más pronto posible para avanzar.