Papa reivindica la ‘mano tendida’ de solidaridad en la pandemia
El Papa Francisco ha reivindicado la "mano tendida" como signo de proximidad, solidaridad y amor durante la pandemia del coronavirus, en su mensaje para la “Cuarta Jornada Mundial de la Pobreza”, organizada por la Iglesia católica el próximo 19 de noviembre de 2020 bajo el título 'Tiende tu mano al pobre'.
Esta Jornada insta a los cristianos a no caer en la "vorágine de la indiferencia" y ayudar a los más pobres.
Sobre la crisis sanitaria, el Pontífice destaca el papel de los que "han desafiado el contagio y el miedo para dar apoyo y consuelo" y enumera las 'manos tendidas' que se han podido observar durante este periodo.
"La mano tendida del médico que se preocupa por cada paciente tratando de encontrar el remedio adecuado. La mano tendida de la enfermera y del enfermero que, mucho más allá de sus horas de trabajo, permanecen para cuidar a los enfermos. La mano tendida del que trabaja en la administración y proporciona los medios para salvar el mayor número posible de vidas", señaló.
Y también recordó "la mano tendida del farmacéutico, quién está expuesto a tantas peticiones en un contacto arriesgado con la gente. La mano tendida del sacerdote que bendice con el corazón desgarrado.
La mano tendida del voluntario que socorre a los que viven en la calle y a los que, a pesar de tener un techo, no tienen comida. La mano tendida de hombres y mujeres que trabajan para proporcionar servicios esenciales y seguridad", ha señalado.
¡Qué importante es que aprendamos a ser una mano amiga y tendida! Tratad de crecer en la amistad -también con los que piensan de modo distinto-, a fin de que la solidaridad crezca entre vosotros y sea la mejor arma para transformar la historia.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 28, 2019
Generosidad al prójimo
En este sentido, hace hincapié en la "sensación de desorientación e impotencia" que ha dejado la pandemia en la sociedad para acabar subrayando que "las graves crisis económicas, financieras y políticas no cesarán" si la responsabilidad que cada uno debe sentir hacia al prójimo y hacia cada persona permanece "aletargada".
"La generosidad que sostiene al débil, consuela al afligido, alivia los sufrimientos, devuelve la dignidad a los privados de ella, es una condición para una vida plenamente humana", defiende.
A este respecto, reconoce que mantener la mirada al pobre "es difícil" pero también "muy necesario". Para el Papa, está claro que a la comunidad cristiana "no le está permitido delegar" su responsabilidad para con los pobres. (I)