Ecuador tuvo una reducción del aprendizaje de niñas, niños y adolescentes durante la pandemia
La pandemia del covid-19 creó la mayor interrupción de los sistemas educativos en la historia. Cifras de Naciones Unidas revelaron que el cierre de escuelas y otros espacios de aprendizaje afectó al 94% de la población estudiantil del mundo.
Según un reciente estudio de Naciones Unidas, cerca de mil millones de niños y niñas alrededor del mundo están en riesgo de tener una pérdida de aprendizaje como consecuencia de la interrupción de la educación durante la pandemia del covid-19 y Ecuador es uno de los países más afectados.
En el país, las políticas sanitarias aplicaron medidas de confinamiento en casa, el cierre de colegios y lugares de esparcimiento. Lo cual provocó que 4.6 millones de niños, niñas y adolescentes vean afectado su derecho recibir una educación de calidad, según cifras del INEC.
Lizeth Correa es maestra de educación inicial y trabaja con niños de 3 años. En su experiencia vio como la pandemia retrasó el aprendizaje de algunas habilidades que se desarrollan a esa edad.
“Como son niños pandemia, no han dejado el pañal, su lenguaje es muy limitado, no tienen la actitud. Su edad cronológica ya es de 3 años, pero su etapa madurativa es de 1 año 8 meses”, señaló la educadora.
Frente a este panorama, el Ministerio de Educación realizó una investigación para conocer el nivel de aprendizaje que adquirieron los menores durante la pandemia.
Cynthia Game, viceministra de Educación, explicó que este panorama los llevó a lanzar el Plan de Nivelación Aprender a Tiempo, en el cual se revisaron los aprendizajes de más de 10 mil instituciones educativas fiscales, particulares, fiscomisionales y municipales. Con esto determinaron que 2.000 instituciones educativas estuvieron por debajo del nivel de logro uno por carencias de aprendizaje.
Es decir, que cerca del 20% de las instituciones educativas presentaron una disminución del aprendizaje. Por lo cual, se tomaron acciones para enfrentar esta realidad.
“Este plan de nivelación Aprender a Tiempo, lo que va a permitir es que esos estudiantes, de esas instituciones educativas prioricen competencias en lectura, en matemáticas y puedan hacer, posteriormente, el avance curricular”, indicó la viceministra.
Según estimaciones de Naciones Unidas, los niños, y especialmente las niñas, en edad escolar que no van a la escuela durante largos periodos de tiempo tienen muchas menos probabilidades de regresar cuando se reanudan las clases. El Ministerio de Educación de Ecuador ya registró que en 2020 aproximadamente el 10% del total de estudiantes registrados desertó de la educación.
A estos problemas, se suma que solo el 37% de los hogares tiene acceso a internet. Es decir que 6 de cada 10 niños no pudieron continuar con sus estudios a través de la teleeducación. Y apenas 24% de los hogares tiene computadoras en casa; y, en las zonas rurales, solo el 16% de los hogares tiene internet, según cifras del INEC.
El cierre de las escuelas también significa la disminución del acceso a programas de nutrición escolares, lo que dispara las tasas de malnutrición infantil. Sin embargo, el Ministerio de Educación afirmó que no se paró la entrega de alimentos durante la pandemia.
“Al inicio todo era muy complicado por la logística, pero luego se repartían las colaciones escolares dentro de las instituciones educativas. Los padres de familia se acercaban a retirar la colación y la llevaban a su casa”, señaló Game.
Aprendizaje en centros de correccionales de menores y en hospitales
El cierre de las escuelas también afectó en espacios de educación no convencional, incluidos los programas de aprendizaje que se llevan a cabo en las correccionales y en los hospitales del país.
Con la llegada de la pandemia, las modalidades de enseñanza se tuvieron que adaptar a la virtualidad. Sin embargo, resultó complicado en otros espacios de aprendizaje como es la mediación lectora que se enmarca en el Plan Nacional del Libro.
Rosabel Zerpa trabaja con niñas, niños y adolescentes en el Hospital del Iess Quito Sur y en el Centro de Adolescentes Infractores ´Virgilio Guerrero´. Ella se encarga de fomentar el amor por la lectura de una manera lúdica. Antes de la pandemia, se compartían cuentos con los pacientes de la unidad de pediatría y se hacían visitas a las habitaciones para leer libros. Pero, con la llegada de la pandemia, esta tarea se complicó porque no se podía realizar de forma virtual.
“En el hospital hay muy mala recepción porque al parecer hay algún tipo de bloqueador de señal que no deja que del todo se pueda trabajar allí”, dijo Zerpa.
Por otro lado, en el Virgilio Guerrero tuvieron que suspender los programas de lectura y el desarrollo de un libro con textos de los reclusos durante casi un mes, por un repunte de casos de covid-19. Sin embargo, Rosabel pudo volver a la presencialidad y continúa fomentando proyectos literarios.
“Hay algunos chicos que están muy interesados en contar sus historias y quieren desplegar toda su creatividad. De hecho tengo tres chicos que quieren escribir un libro sobre su historia”, mencionó la experta.
Desde junio de 2021, el Gobierno impulsó el Plan de Retorno Progresivo a Clases Semipresenciales. Según los últimos datos del Ministerio de Educación, aproximadamente más de 3 millones de estudiantes retornaron a clases en la modalidad presencial, semipresencial y virtual. Pero aún no se retoma la presencialidad completa.
Según Unicef, además de las políticas y prácticas de apertura escolar deben incluir la ampliación del acceso a la educación, incluido el aprendizaje a distancia, especialmente para los grupos marginados y los sistemas educativos también deben adaptarse para resistir crisis futuras.
Naciones Unidas afirma que la educación es un derecho habilitador con impacto directo en la realización de todos los demás derechos humanos. Cuando los sistemas educativos colapsan, la paz, las sociedades prósperas y productivas no pueden sostenerse.