La baja autoestima causa problemas emocionales en los hijos
La autoestima es la valoración generalmente positiva que tiene una persona de sí misma, lo cual en la adolescencia se vuelve fundamental para construir una sana identidad. Por lo tanto, se vuelve necesario comprender qué elementos la configuran.
El psicólogo de la Unidad Educativa Educamundo Álvaro Palma sostiene que se debe partir de quienes forman parte del cuidado primario del niño. "Desde la edad más temprana, el ser humano está inmerso en significantes que van a generar un estilo de vida y de esos significantes dependerá la estima a uno mismo y de aquello que nos rodea", dice.
Además, analiza que un primer elemento positivo sería el "referirnos de manera constructiva frente a los más pequeños del hogar, valorando cada uno de sus logros, motivándolos siempre con lenguaje positivo y a su vez demostrando de manera vivencial valores que contribuyan a un sano crecimiento", pues de ese modo se genera en ellos pilares claves como la confianza, el respeto y el conocimiento.
Por otro lado, el experto advierte que si no se inculcan valores como el amor, la equidad, la libertad o la justicia, un sujeto se podría deformar en un ser egocéntrico, lo cual "imposibilita a la persona a que se inserte sanamente en el contexto social, generándose posiblemente la prepotencia".
En sentido inverso, el hecho de no tener una alta autoestima podría generar en el adolescente una incapacidad de adaptación social, produciéndose en él "retraimiento, depresión, introversión, entre otros problemas emocionales".
En relación al entorno, la influencia del área académica "es de gran valor, ya que de ello dependerá que el estudiante se crea capaz de poder responder frente a una situación", destaca el analista. Asimismo, la coordinación de la institución educativa y de los padres es importante para sostener los objetivos trazados.
Finalmente, la familia es un pilar fundamental para la construcción de la autoestima. Palma enfatiza que "son los padres los convocados a brindar un espacio propicio para el buen desarrollo del niño" e inculcar términos adecuados que contribuyan a la capacidad de auto-reflexión, de auto-crecimiento y de auto-conocimiento. (I)