12 aspectos en los que cambiará radicalmente la vida tras el covid-19
Un regreso a la normalidad como era la vida a principios de 2020 todavía está muy lejos. Incluso cuando se alivien las restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia de covid-19, el coronavirus seguirá afectando nuestras vidas de muchas maneras.
Pero ¿Qué volverá a ser como era antes y qué podría cambiar para siempre?
Doce expertos de la BBC comparten su análisis, en algunos casos centrado en la realidad europea o británica pero fácilmente extrapolable a otras partes del mundo.
Dependientes de la tecnología:
Desde los clientes de Zoom hasta los grupos de WhatsApp, para muchos las plataformas digitales se han convertido en la única forma para trabajar, ponerse en forma, educarse y entretenerse. También hay más relax con respecto a las horas que padres e hijos pasan frente a las pantallas.
Se trata de un gran cambio cultural que solo sucedió en pocas semanas y parece poco probable que desaparezca de la noche a la mañana.
Compra de ropa:
Algunas empresas pequeñas pueden quedarse sin efectivo y terminar cerrando. Otros minoristas más grandes también estarán en problemas. Muchos otros analizarán la rentabilidad de sus tiendas y otros considerarán devolver las llaves de los inmuebles que ocupan.
Después del cierre, habrá un rebote inmediato de las ventas y es probable que las tiendas bajen los precios . Pero ese rebote puede ser de corta duración si las personas están desempleadas y no pueden gastar.
La moda depende en gran medida de los compradores con dinero extra y muchos de nosotros hemos soportado las últimas semanas comprando casi nada de ropa, ¡y sobrevivimos!
Desaparecerá la hora pico?
El trabajo en la casa podría hacer que la hora pico o punta pase a la historia, lo que podría afectar los valores de las propiedades en las "ciudades de cercanías".
El personal también exigirá más de los empleadores en términos de flexibilidad, instalaciones y seguridad en el trabajo.
La transformación digital de los negocios será más rápida, con más automatización e inteligencia artificial para aprobar préstamos, perfilar clientes, controlar el stock y mejorar la entrega.
Menos vuelos pueden hacer subir los precios
Algunas aerolíneas podrían no sobrevivir esta crisis. Otras podrían desaparecer poco después. Y aquellas que logren superarla saldrán debilitadas.
Habrá, por lo menos a mediano plazo, menos vuelos . Esa tendencia estará impulsada por las personas y los negocios que tendrán menos dinero y por el auge de las videoconferencias.
Los modos independientes y ecológicos de transporte, como la bicicleta y las patinetas motorizadas, se volverán más populares, aunque algunas personas optarán por ir en automóvil.
Clases virtuales
El día escolar normal tiene su propio ritmo establecido por las lecciones, campanas y recreos. Ahora, más de 90% de los niños del planeta no están en la clase, según la UNESCO. Esa interrupción tendrá secuelas durante años.
La enseñanza se ha trasladado online , con clases virtuales a una escala jamás vista, pero eso ha resaltado la preocupación de que la pobreza digital está marginando a algunos niños: aun en economías desarrolladas, como Reino Unido, hay una minoría significativa que no tienen acceso inmediato a un dispositivo propio que puedan usar para sus deberes escolares.
No obstante, algunos adolescentes desposeídos en Inglaterra disponen de laptops prestadas para ayudarles con el estudio en casa, gracias a la asistencia del Departamento de Educación.
Esta solución temporal, sin embargo, podría terminar siendo implementada a largo plazo, en lo que sería uno de los legados de esta pandemia.
Combustibles fósiles o energía verde
Los niveles de dióxido de carbono, que están vinculados a una amplia gama de condiciones respiratorias, cayeron en China y en Europa a medida que el tráfico vehicular disminuyó. Y el auge de las reuniones online ha demostrado lo que se puede lograr sin tener que viajar y eso, a su vez, ha contenido mucho las emisiones de carbono.
Un posible escenario es que el mundo regrese al consumo desenfrenado de combustibles fósiles, como ocurrió después de la crisis bancaria, desatando una demanda acumulada de petróleo y carbón. Los gobiernos conocen muy bien esta respuesta como un método para revivir sus decaídas economías.
Otra opción es efectuar una recuperación más sostenible, con políticas que fomenten un futuro bajo en carbón. Esto implicaría impulsos determinados hacia la energía renovable, el transporte público y eficiencia energética en los hogares.
De hecho, la pandemia nos ha demostrado cómo los gobiernos pueden actuar cuando es necesario, así como la voluntad con la que el pueblo puede responder.
Fútbol, de vida o muerte
Los eventos deportivos han caído como dominós. Algunos, como las Olimpíadas, han sido pospuestos, mientras que otros, como Wimbledon, cancelados por completo. Los programas de entrenamiento están en trizas y el personal está cesante. Los jugadores han recibido cortes salariales y los medios de transmisión advierten de pérdidas de cientos de millones .
En el futuro, el distanciamiento social será un enorme dolor de cabeza para las instituciones que rigen los deportes. ¿Cómo podrán los deportes de contacto físico, como el rugby, continuar? Inclusive, jugar partidos a puerta cerrada presenta innumerables problemas.
Para millones de aficionados, los fines de semanas ahora son muy diferentes. Momentos de increíbles esfuerzos y talento deportivo solían resonar por el territorio, proveyendo expresiones colectivas de "¿viste eso?"
Sin esos momentos y los fanáticos que los vivan, el futuro de los deportes se ve muy diferente.
Cines y teatros
El gremio artístico está dividido en partes iguales en cuanto a su futuro después de la pandemia, entre optimistas y pesimistas.
Las salas de cine, los teatros, salas de concierto, museos y galerías prosperarán con un florecimiento de creatividad, en respuesta a los oscuros días del virus.
Además, habrá nuevos conversos que descubrieron todo este espléndido contenido de arte gratis que estuvo a disposición durante el confinamiento.
La transición post confinamiento de pasar de cerradas a bulliciosas salas no será inmediata. El distanciamiento social probablemente limitará la actividad. Los productores necesitarán tiempo para ensayar y refinar sus espectáculos. También habrá límites al tamaño de equipos técnicos de cine y televisión que producen contenido nuevo. Las repeticiones de programación estarán en el menú por algún tiempo.
Buenos vecinos
Nuestra vida suspendida en confinamiento, sin embargo, podría estar incubando una queja que, cuando sea liberada, podría desatar enérgicos cuestionamientos, dedos acusatorios y demandas de represalia.
Las dificultades económicas pondrán presión a los vínculos sociales . Esa es la verdadera prueba para esta generación -no si "¿podremos mantener nuestro genio durante el confinamiento?", sino "¿podremos calladamente reparar el tejido social en tiempos difíciles?".
El temor se que nuestras normas de comportamiento habrán quedado infectadas por la angustia y la adversidad, que emergeremos más egoístas y menos unidos.
La esperanza debe ser que nuestra sociedad, igual que un virus, esté mutando en algo más fuerte.
Sector de asistencia
Mucho del personal que cuida a ancianos y discapacitados -en hogares de cuidado y en la comunidad- dirá que se sintieron olvidados cuando la pandemia empezó. La atención puesta en el sistema de salud no sorprendió, pero ellos estaban cuidando en particular a los que eran vulnerables al virus.
Las dificultades de encontrar equipo de protección personal y la lentitud en realizar pruebas a la comunidad en Inglaterra se han vuelto síntomas de sus angustias. Se cuestionará el aparente fracaso en darle apoyo prioritario a las primeras filas de cuidado y todas las vidas que eso pudo haber cobrado.
Entonces, tendremos que tomar una decisión. ¿ Reconoceremos, valoraremos y financiaremos apropiadamente a un sistema integrado que provee apoyo a la comunidad? O, a medida que nuestros recuerdos se desvanecen, ¿permitiremos otra vez que la importancia de este tipo de cuidado se pierda en el trasfondo?
Comercio internacional
Antes de que covid-19 cobrara su primera víctima, la guerra comercial entre China y EE.UU . amenazaba el progreso de globalización. Las cadenas de suministro internacional traen ventajas -más opciones, precios más bajos y, para algunos, mayores ingresos- pero también generan desempleo en los países de Occidente que tienen sueldos más altos.
Habrá una recapacitación sobre qué productos serán considerados "estratégicos" , claves para la supervivencia de una nación. Se podrían producir más cerca de casa o buscar un proveedor alternativo.
Pero la clave de la recuperación será crear empleo y mantener los costos de vida bajos. Lo primero significa que, aunque les moleste, los gobiernos tendrán que tolerar la continua inversión de China en todo el mundo.
Tensiones globales
La catástrofe inevitablemente genera nuevas prioridades, aunque las antiguas tensiones geopolíticas continúen. La pandemia ha demostrado, una vez más, que las cuestiones globales requieren soluciones globales.
También ha demostrado que las primeras reacciones de los gobiernos han sido de tipo nacional. China y Estados Unidos se han mostrado los dientes en torno a la responsabilidad que recae sobre Pekín de la pandemia, naciones han cerrado sus fronteras y se ha visto una competencia indecorosa por los recursos médicos.
Habrá mucho menos dinero en los presupuestos militares para nuevo y reluciente armamento, tras la redefinición de la seguridad debido a la extraordinaria debilidad revelada por la pandemia.
La capacidad de la seguridad nacional será juzgada por el aprovisionamiento de equipo médico y la preparación para la próxima pandemia o catástrofe ambiental, no sólo por cuántas brigadas de tanques se puedan desplazar. (I)