Guía
Fake news de hoy, rumores de antes
¿Qué son las noticias falsas? En el artículo 4.2 de la guía que presenta el Consejo de Comunicación indica que según el diccionario Collins, en su versión online, el término fake news está catalogado como la información falsa, a menudo sensacional, diseminadas bajo el pretexto de informar las noticias.
“Siendo esta una definición general, de una acción que parece casual o aislada, pero que sin embargo es más bien, causal y frecuente (Baidez, 2018: 12)”. El Relator Especial sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Opinión y de Expresión de las Naciones Unidas, de manera no oficial se ha referido a las noticias falsas, como “la información que es intencionalmente distribuida o intencionalmente creada con el objeto de menoscabar el derecho del público a saber u menoscabar su habilidad para discernir entre (...) hecho y ficción” (Comisión Nacional de los Derechos Humanos-México, 2019:14).
Acorde con el ”Estudio sobre el derecho a la libertad de expresión de la Comisión Interamericana”, las noticias falsas podrían considerarse como “una publicación o difusión masiva de información falsa de interés público, a sabiendas de su falsedad y con la intención de engañar o confundir al público o a una fracción del mismo” (Comisión Nacional de los Derechos Humanos-México 2019:14).
En ese sentido, “los rumores de antes son las ´fake news de hoy´. Todo ello difundido por las redes sociales y otras plataformas, debido a su potencia y viralidad frente a las noticias reales” (Baidez, 2018:13).
Con esta contextualización, toca definir ¿cómo se originan las fake news? Dado el desarrollo y la presencia de tecnologías de información y comunicación en casi la totalidad de las actividades humanas desde algunos años, se ha dado una migración de contenidos informativos, desde los medios tradicionales a internet, así como la existencia y gran acogida, de plataformas digitales que permitan la participación activa de personas en diversas actividades.
Hablamos de un contexto en el que los receptores son resignificados. Los teóricos ya hablan de “usuario prosumidor” o “usuario activo”, provocado por lo que Castells llama la “auto-comunicación de masas”. Concepto que se refiere a que los usuarios no solo son partícipes, sino que también son parte integrante fundamental en la construcción de este nuevo “ecosistema informativo”.
Así, la acumulación de discursos, datos e informaciones se encuentra en medio de este nuevo contexto, en el que todas y todos tienen posibilidad de compartir y publicar, posturas personales, opiniones extremistas, propaganda, publicidad, etc. (O)