Un plan para el Buen Vivir que arremete contra la pobreza
Inversiones sin precedentes, de 73.227 millones de dólares, harán manejable el Plan Nacional para el Buen Vivir 2012-2017, lo que representa el 14,44% del Producto Interno Bruto (PIB), según el plan plurianual de inversión.
De acuerdo a lo dispuesto en el Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas, el nuevo Plan Nacional para el Buen Vivir incluye el plan plurianual de inversión para este periodo de Gobierno.
Los recursos servirán para la transformación social y cambios en la estructura del poder que implican la erradicación de la pobreza y desnutrición infantil, cambiar la matriz productiva, consolidar los derechos y libertades políticas, revolucionar la cultura para potenciar nuevos valores, las industrias culturales, la democratización de la palabra y una verdadera transformación agraria, que se sustenta en la redistribución de la tierra, el fomento al crédito, asistencia técnica, comercio justo y acceso al riego.
Cinco años son insuficientes para ver los resultados del Plan Nacional para el Buen Vivir, pero se sentarán las bases para seguir
construyendo un país más justo e igualitario sin pobreza.
“Este Plan será el que nos guíe en tormentas, bonanzas o en la mejor calma, al puerto seguro del Buen Vivir”, manifestó el secretario nacional de Planificación (Senplades), Fander Falconí, quien destacó el desarrollo integral de la niñez, como uno de los objetivos propuestos, porque ayudará al país a tener seres humanos creativos, críticos, inteligentes, responsables y solidarios.
Asimismo, la revolución educativa y cultural rompe cualquier esquema para alcanzar, a profundidad, el socialismo del Buen Vivir.
De esa manera se articularán todos los sectores. “No es simple planificación sectorial, pensamos en los grandes objetivos de desarrollo, a través de metas rupturistas y revolucionarias”, sostuvo, por su parte, el subsecretario general de Democratización del Estado, Pavel Muñoz.
Explicó que el documento plantea retos para avanzar en la construcción del Buen Vivir, definir claramente el alcance del Estado y la corresponsabilidad de los demás sectores, así como lograr que los territorios sean la piedra angular de la política pública.
El funcionario indicó que el Plan es consistente con la Constitución de Montecristi de 2008 y el Programa de Gobierno que ganó las elecciones en febrero pasado.
Así, los elementos fundamentales lo convierten en un referente regional, por ser un Plan movilizador discutido con la ciudadanía (8.100 personas), los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), otras funciones del Estado y el Ejecutivo, y el aporte de varias personalidades internacionales.
Precisamente, la Constitución de Montecristi de 2008 establece los respectivos ejes para la transformación.
Doce objetivos y 93 metas
El Plan tiene 12 objetivos, 93 metas, 111 políticas y 1.095 lineamientos estratégicos. Entre los primeros está el auspiciar la igualdad, la cohesión, la inclusión y la equidad social y territorial, la diversidad; mejorar la calidad de vida de la población, fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadanía, construir espacios de encuentro común y fortalecer la identidad nacional y diversas, la plurinacionalidad y la interculturalidad.
Este plan será el que nos guíe
en tormentas, bonanzas o en la
mejor calma, al puerto seguro del
Buen Vivir.
Fander Falconí’.
‘El talento humano es un tema
fundamental y constituye el
centro del cambio de la matriz
productiva’.
Ana María Larrea
De la misma manera, consolida la transformación de la justicia, fortalece la seguridad integral con respecto a los derechos humanos, y garantizar los derechos de la naturaleza, a más de promover la sostenibilidad territorial y global.
Los objetivos, del 8 al 12, se estructuran en torno al tercer eje de la transformación económica y productiva del país. Esto es, apuntalar el sistema económico social y solidario, fortalecer el trabajo digno en todas sus formas, impulsar la transformación de la matriz productiva, asegurar la soberanía y eficiencia de los sectores estratégicos para la transformación industrial y tecnológica; afianzar la soberanía y la paz; y, profundizar la inserción estratégica en el mundo y la integración latinoamericana.
El tercer Plan
La subsecretaria general de Planificación para el Buen Vivir, Ana María Larrea, recordó que éste es el tercer Plan para el Buen Vivir del Gobierno.
El primero –explicó la funcionaria– demostró que era posible dar vuelta a la política neoliberal y construir otro Ecuador. El segundo puso en práctica la Constitución y enfatizó en una política pública basada en los derechos. En este nuevo momento, se aborda la consolidación del proceso iniciado en 2007, planteándose como telón de fondo la erradicación de la pobreza y el cambio de la estructura económica y productiva.
Desglose de los 73.227 millones
De los 73.227 millones de dólares, la inversión del Gobierno Central, de 47.613 millones, alcanzará el 9,4% PIB; los gobiernos autónomos descentralizados destinarán 11.954 millones, equivalentes al 2,3% del PIB; las empresas públicas, 9.405 millones, es decir, el 1,9% del PIB; y otros, 4.254 millones, que representan el 0,84% del PIB. (ver gráfico 1)
El Plan plurianual comprende los esquemas y proyectos programados por las entidades del Presupuesto General del Estado (PGE), que contribuirán al cumplimiento de las metas establecidas en el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013–2017, informó la Senplades.
En 2012, la participación de la inversión de todo el sector público no financiero alcanzó el 12,6% del PIB; el Gobierno central, el 7,7%; las empresas públicas, el 3% y los GAD, el 1,8%.
Así, los capitales a cargo del sector, en términos nominales, crecen de 40.514 millones a 73.227 millones en el periodo 2008-2012. Esto representa una variación del 11,5% al 14,4% del PIB; mientras que la inversión destinada al Estado central se duplica, pasando de 24.330 millones entre 2008 y 2012, a 47.613 millones entre 2013 y 2017.
Para Muñoz, la acción conjunta entre el Gobierno Nacional y los GAD es fundamental dentro de la planificación y construcción de un país más justo e igualitario y sin pobreza.
La seguridad, uno de los flagelos de la sociedad ecuatoriana, también tiene su sitio en el Plan: las inversiones casi se duplican en 2014 (1.264 millones), frente a los 745 millones de 2013, y en 2017 cerrarán en 929 millones.
Destino de la inversión
La meta gubernamental es que la inversión se destine, especialmente, a la transformación de la matriz productiva y energética, que es la nueva hoja de ruta del país para alcanzar su desarrollo y saber cómo se debería producir y consumir bienes y servicios locales y extranjeros, suntuarios o de primera necesidad.
En efecto, el país ha venido dando pasos acelerados en estos últimos seis años, al punto que los organismos internacionales sacaron a Ecuador del estándar de los países en vías de desarrollo.
Entre las páginas del Plan constan proyectos relevantes de multipropósito, hidroeléctricos, geotérmicos, eólicos, la construcción del Metro de Quito, el Tranvía de Cuenca, el Sistema ferroviario de carga, las plantas de urea, siderúrgica, metalúrgica (proyecto planta de titanio), planta de cobre, astillero y el proyecto para la ciudad del conocimiento.
El Plan Nacional para el Buen Vivir es el instrumento
al que se sujetan las políticas, programas y proyectos públicos; la programación y
ejecución del presupuesto
del Estado; y la inversión y
asignación de los recursos públicos.
Su observancia será de carácter obligatorio para el
sector público e indicativo para los demás sectores.
El Plan 2013-2017 se plantea como elemento fundamental
para cerrar brechas
en la sociedad ecuatoriana.
Paralelamente cuantifica los costos necesarios para el cierre de brechas en la dotación y prestación de servicios de salud, seguridad ciudadana, rehabilitación social, inclusión económica y social, educación, telecomunicaciones, movilidad, transporte y electricidad, principalmente.
En el acumulado plurianual, el sector que recibirá los mayores recursos programados es el de producción, empleo y competitividad, con un total de 12.980 millones de dólares.
Ello vislumbra la decisión del Gobierno de afianzar el cambio de la matriz productiva y asegurar la nueva matriz energética. Esta última se sustentará, a partir de 2016, en la generación hidroeléctrica en lugar de térmica. El brinco ayudará al país ahorrar en la importación de combustibles fósiles a precios internacionales, que luego se comercializan en el mercado interno a valores subsidiados.
En el Presupuesto General del Estado de 2012 y 2013 se destinan alrededor de 6.000 millones para la compra de los hidrocarburos.
El segundo segmento con mayores recursos es el estratégico, con cerca de 12.203 millones. El talento humano se acomoda en el siguiente escalón con el proyecto de Nueva infraestructura educativa del Ministerio de Educación, cuyo monto bordea los 6.000 millones de dólares para los cinco años de ejecución programada. (ver gráfico 4)
“El talento humano es un tema fundamental y constituye el centro del cambio de la matriz productiva”, manifestó Ana María Larrea.
En esa misma línea, Falconí añade que en la nación debe producirse una revolución cultural y educativa para no solo poner énfasis en lo productivo, lo material, los recursos naturales, lo rentable y exportable o en infraestructura.
De hecho, destacó la necesidad de enfatizar en las capacidades y potencialidades de las personas, en su formación integral, en el desarrollo de la sensibilidad, valores, conocimientos e inteligencia, para “convertirnos en mejores seres humanos, y tener una mejor calidad de vida”.
Las inversiones plurianuales entre 2013 y 2017 superarán los 9.000 millones de dólares anuales.
En 2014 se hará la mayor inversión de 9.888 millones, siempre con los sectores res estratégicos a la cabeza que recibirán 3.120 millones, seguido del desarrollo social 1.563 millones; mientras que el sector seguridad recibirá 1.264 millones (ver gráfico 4).
Por gabinete sectorial
El gráfico 5 indica la distribución de la inversión por gabinete sectorial. En el acumulado plurianual, el área con mayores recursos programados es el de producción, empleo y competitividad con el 27,3%. Le siguen los sectores estratégicos que percibirán el 25,6% durante el periodo administrativo.
Ventajas de la inversión plurianual
En ese contexto, la Senplades anuncia cinco ventajas de la planificación. En primer lugar, dice que permite tomar las decisiones para evitar gastos sin financiamiento o acciones por fuera de los objetitivos del Plan Nacional para el Buen Vivir; incrementa la capacidad de control global y particular de la inversión pública y ayuda a reducir la incertidumbre del sector productivo sobre el comportamiento futuro de la inversión pública; reduce la incertidumbre de las instituciones respecto a las asignaciones de mediano plazo; y se ajusta adecuadamente al presupuesto orientado a resultados, incluso en mayor medida que el presupuesto anual.
Imperativo moral
Como un imperativo moral del Gobierno, califica la Secretaría de Planificación, la erradicación de la pobreza del país.
Larrea anunció que las inversiones permitirán reducir del 27% al 20% la pobreza por necesidades insatisfechas hasta el año 2017, en que termina el mandato el presidente Correa.
Pero hay otros criterios que el mismo Gobierno y la academia han identificado para saber si una persona está en la línea de la pobreza, como son los aspectos culturales, ambientales, económicos, e inclusive, de participación política de las personas, sin escapar el medio ambiente.
Ahí, la administración se ha propuesto identificar los parámetros para tomar las acciones pertinentes. Datos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) indican que Ecuador es el segundo país de América Latina que redujo la pobreza en el 4,7% durante 2012; y la extrema pobreza afectó a menos de 900 mil personas.
En todo caso, Ana María Larrea precisó que no se trata únicamente de reducir el número de pobres, sino de tener una sociedad más igualitaria, que “existan menos distancias entre ricos y pobres, que todos vivamos mejor”.
Otros parámetros
En cuanto al desarrollo integral de la primera infancia, que es otra de las metas del Plan, la Senplades puntualiza que si no se generan capacidades desde la primera infancia, se condena a la sociedad al fracaso. (gráfico 2)
Respecto a la revolución cultural, se tiene previsto inculcar nuevos valores para tener una sociedad emprendedora, intercultural, creativa y solidaria.
Las industrias culturales serán parte importante para el cambio de la matriz productiva, que no es sino otra forma de producir y consumir.
Sobre los nuevos valores, la entidad sostiene que un proceso que asegure dichos principios, dará como fruto una sociedad emprendedora, intercultural, creativa y solidaria. De igual manera, a través de la democratización de la palabra se efectivizará el derecho a la información para todos y todas, en una sociedad en la cual “solo unos pocos la disfrutaban”.
En equidad, cohesión y ordenamiento territorial, la Secretaría de Planificación prioriza al territorio como tal, con todos los espacios pertinentes. En consecuencia, las metas gubernamentales aterrizarán en el territorio, como parte de un esfuerzo sostenido del Estado, que cuenta con los instrumentos para lograr el objetivo.
A ello se añaden la innovación, la ciencia y la tecnología como factores determinantes para la transformación social y productiva.
Estrategia territorial
Falconí se refirió a la construcción del Estado desde los territorios, con una descentralización de competencias para acercar a todos los ciudadanos a los servicios, con mayor efectividad.
Hoy, el territorio tiene dos nuevas características: territorial y participativa.
La territorial conjuga los objetivos nacionales con las particularidades poblacionales, bio-físicas y sociales. La participativa, en cambio, se hace realidad con la intervención de la gente.
Al respecto, la Secretaría de Planificación consolidó otros dos nuevos instrumentos: la Estrategia Territorial Nacional y las Agendas Zonales.
La Agenda Zonal es la herramienta de planificación que permite conducir el proceso de articulación entre las políticas públicas del Estado central, con las del Estado descentralizado.
Ya existen resultados que se pueden medir en la optimización y calidad de la inversión pública, cohesión política y social, articulación con los GAD y la organización del Estado en el territorio.
En breve
Metas. El actual Plan del Buen Vivir tiene12 objetivos, 93 metas, 111 políticas y 1.095 lineamientos estratégicos.
Tercero. El Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 es el tercero construido por la actual Administración.
Objetivos. Los 12 objetivos nacionales se agrupan en tres ejes: Poder Popular y Estado, Derechos y libertades para el Vigencia. El 24 de junio, el Consejo de Desarrollo aprobó el Plan Nacional para el Buen Vivir del nuevo mandato.