El complejo camino para erradicar el hambre en la región
La Conferencia de la FAO, celebrada del 15 al 22 de junio, dejó muy claro que pese a los avances logrados por algunos países contra el hambre, los desafíos resultan enormes en un mundo con más de 800 millones de personas víctimas de ese mal.
El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva, se mostró satisfecho por los resultados del evento, al tiempo que llamó a concretar, mediante acciones, el compromiso manifestado.
Cuando se examinan las decisiones de los países que más avanzaron en la lucha contra el hambre, se aprecia que sus acciones son una combinación de aumento de la producción y de la protección social, lo cual se traduce también en una mejora del acceso a los alimentos, remarcó Graziano da Silva.
A nivel mundial el hambre se ha reducido en la última década, pero
870 millones de personas todavía están desnutridas; otros millones
sufren las consecuencias de las deficiencias de vitaminas y minerales
El directivo afirmó que se trata de una visión nueva que hay que aplicar porque esas experiencias demuestran que con un compromiso político y liderazgo se puede ganar la guerra contra el hambre.
El marco estratégico definido por la FAO estuvo entre los puntos a los que más tiempo se les dedicó en el evento por su importancia en la organización del trabajo y está conformado por varios objetivos encaminados a optimizar las gestiones en materia alimentaria.
Uno de ellos se refiere a la eliminación del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, enfocando el acceso en la distribución y a los procesos que posibilitan que la gente tenga su alimentación asegurada, es considerado el más importante.
Otro se centra en la parte productiva, en la obtención de bienes, alimentos agrícolas y otros servicios que resultan de ese proceso, pero de forma sustentable. La reducción de la pobreza rural conforma uno de los propósitos ya que un gran número de pobres todavía vive en esas zonas y, al mismo tiempo, en ellas se obtiene la mayor parte del alimento. También existe uno que se enfoca en las cadenas de valor y los sistemas de mercadeo y contempla el periodo de procesamiento al transporte, hasta llegar al consumidor.
La respuesta a situaciones de emergencia conforma la esencia de una otra de las directrices de trabajo. El tema de género toca transversalmente todos los demás, sobre todo teniendo en cuenta el papel de las mujeres en las labores agrícolas.
Brechas por cerrar
En un entorno de elevada volatilidad de los precios, mucho de los delegados abogaron por potenciar el comercio de productos agrícolas mediante un sistema multilateral no discriminatorio ni con subsidios injustos, que solo cierran el acceso de las naciones en desarrollo a los mercado de consumo.
La banca privada ganó 76 millones de dólares en cuatro meses, según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.La complejidad del tópico alimentario fue sin dudas una de las grandes confirmaciones del encuentro. El tema del hambre no pasa solo por el aumento de la producción, ya que también tiene una fuerte relación con garantizar el acceso y la inocuidad de la comida.
Según estudios de la FAO, a nivel mundial el hambre se ha reducido en la última década, pero 870 millones de personas todavía están desnutridas, y otros millones de seres humanos sufren las consecuencias de las deficiencias de vitaminas y minerales, incluyendo la falta de crecimiento infantil.
Mejorar los presupuestos
Varios de los delegados al encuentro coincidieron en que el tema del presupuesto para materializar el Programa de Trabajo en el bienio 2014-2015 fue uno de los más complejos del evento y al que se le dedicaron largas jornadas de debates.
Desde el primer momento, las naciones en vías de desarrollo apoyaron el alza propuesta por la FAO con vistas a materializar las metas recogidas en su nuevo marco estratégico.
Por su parte los desarrollados, arguyendo que están en crisis, planteaban un crecimiento nominal cero, lo cual implicaba ningún incremento en el presupuesto de la organización. Sin embargo, todos coincidieron en la necesidad de garantizar el programa de trabajo.
Finalmente los participantes aprobaron por consenso el monto de 1028,1 millones de dólares, el cual debe garantizar la ejecución de las acciones expuestas en el plan de trabajo.
Reconocimientos
En el marco del evento, la FAO reconoció a 18 países por sus resultados excepcionales en la lucha contra el hambre, entre ellos varios latinoamericanos. Cuba, la República Bolivariana de Venezuela, Guyana, Nicaragua, Perú y San Vicente y las Granadinas fueron distinguidos por reducir a la mitad o más el número de personas subnutridas que se calculaba había en 1990-1992.
También fueron galardonadas las naciones que disminuyeron la prevalencia de la subnutrición en 50% o más con respecto al nivel de 1990-1992. Brasil, Chile, Honduras, Panamá, Uruguay y República Dominicana destacaron al respecto.
Esa agencia de Naciones Unidas subrayó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños permite integrar más toda la región, lo cual facilita el camino para alcanzar los objetivos. Además se trata del único continente que tiene un reto con fecha fijada para erradicar el flagelo, a través de la iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre 2025.
La próxima Conferencia de la FAO, programada para 2015, debe ser trascendental, pues coincidirá con la fecha límite determinada por la Organización de Naciones Unidas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. (PL)