Publicidad

Ecuador, 23 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Tababela ya tiene licencia para operar, ahora... ¡a trabajar!

13 de octubre de 2012

Es una buena noticia, sin duda. Era como esas promesas que parecen que nunca se cumplirían. Ahora la obra está terminada y  la capital de los ecuatorianos ya cuenta con un aeropuerto internacional, para evitar el inminente riesgo de un accidente que puede acarrear graves consecuencias en la población, como es ahora con el actual aeropuerto.

La longitud de la pista es de 4.100 metros,  la más grande del país. Toda la instalación tiene  1.500 hectáreas. Cuenta con una infraestructura súper moderna y los servicios cumplirán con las últimas regulaciones y necesidades de una terminal aérea de este siglo. La entrega de maletas es totalmente automatizada y los llamados sistemas RNAV de monitoreo satelital, así como el ILS para el monitoreo de aterrizaje, garantizan una nueva era en el “aeropuertismo” ecuatoriano.

Restan apenas cuatro meses para que entre en funcionamiento. En este tiempo, según las autoridades municipales, se harán los ajustes necesarios, las pruebas correspondientes con las diferentes aerolíneas, pero sobre todo se deberán terminar  las vías de acceso.

Han pasado muchos años y algunos líos para concretar esta obra, digna de orgullo para todo el país. Se han superado problemas legales y económicos. Incluso conflictos políticos, la mayoría ocasionados por ese sector que siempre pensó en la obra como un hecho aislado de un conjunto de necesidades y requerimientos. Y por lo mismo no advirtieron esa exigencia y ahora aparecen como víctimas antes que como responsables de una pésima planificación.

Bien por el Ecuador, bien por la capital y bien por los ciudadanos en general, que serán los usuarios de este moderno aeropuerto que dignifica a nuestra nación. Hasta febrero esperamos que se cumpla con lo ofrecido: tener unas vías de acceso que garanticen tiempo y el mínimo riesgo para los usuarios.

Contenido externo patrocinado