Sorprende y hasta genera sospechas muy concretas la actitud de la prensa que se autodenomina libre e independiente. Al parecer no es tan libre ni independiente cuando de encuestas se trata. Coincide sospechosamente con lo que hacen ciertos candidatos: decir que en las encuestas van muy bien, pero jamás exhiben las cifras.
Dos de esos aspirantes presidenciables son requeridos por algunos periodistas y determinados programas de televisión (no de la comercial ni privada) sobre lo que dicen sus números y solo apuntan lugares comunes sin una sola verificación documental de sus afirmaciones.
¿Por qué ocurre esta “colusión” para no decirles a sus audiencias, lectores y electores lo que están mostrando las encuestas que este diario no dejará de publicar hasta el día que lo permite la ley? ¿Es ignorar una realidad? ¿Quieren ocultar algo que no les conviene y con eso se revelan como unos actores políticos más? ¿Qué les impide informar sobre datos de todas las encuestadoras autorizadas por el Consejo Nacional Electoral?
Aventurar hipótesis no es juzgar ni condenar, pero hay una que es muy probable que esté en la discusión y les invitamos a los editores de los diarios de la prensa privada y comercial que la consideren a la hora de responder, si es que lo quieren a este editorial: si hay en esas encuestas unos candidatos y unos partidos que aseguran un triunfo y una mayoría en la Asamblea Nacional, lo lógico, incluso para todos los sujetos políticos, sería conocer esa realidad para ajustar tácticas o definir ya posturas.
Ignorar la realidad, ocultar la información tiene un claro propósito, como lo critican los propios editorialistas de esos periódicos.
Incluso se van en contra de lo que criticaron en su momento de los periódicos de regímenes totalitarios o cerrados. Entonces, no se hagan bolas y sean responsables y generosos con sus audiencias e informen, no oculten ni ignoren.