Publicidad

Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Miles de españoles colocan a Rajoy en su real dimensión

13 de marzo de 2012

Los españoles escogen los domingos para expresarse. Y lo hacen masivamente, de mano de sus hijos y parientes. No han necesitado de los permisos laborales ni de los privilegios de los sindicatos. No importa nada cuando la crisis económica es profundamente grave y coloca a los desempleados en la cifra ya récord: cinco millones de personas no tienen un trabajo fijo.

Y para más: la reforma laboral planteada por el jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, hipoteca el empleo, lo convierte en una herramienta de chantaje económico, no para los empresarios, sino para los trabajadores y conculca derechos fundamentales.

Además, los verdaderamente afectados son los padres de familia y también quienes aspiran a un puesto al salir del bachillerato o de la universidad. De eso no habla Rajoy. Insiste que la crisis será superada con ahorro y superando el déficit. Y se olvida de que esos fueron los argumentos para las medidas que llevaron a la crisis más dura de España después de la Guerra Civil.

Y por todo ello ahora se reafirma la tesis de que los españoles escogieron a alguien que reemplazara a Rodríguez Zapatero y no a quien le propusiera una salida digna, coherente e integral al drama de toda España. El cambio propuesto no se ve por ninguna parte.

Al contrario, se profundizan los factores que  desataron la situación actual. La diferencia es que los sindicatos con Zapatero podían negociar, ahora con Rajoy las puertas se cierran, el diálogo es de sordos y la reformal laboral se sustenta en designios y mandatos que no se ajustan a una mirada integral.

Europa misma asume que la situación de España es un pésimo ejemplo para salir de la crisis. Lo ha dicho el mandatario francés, lo explican los analistas y economistas más progresistas de ese continente. Si  en el espejo que se mira Rajoy es Grecia, entonces España estaría bien, pero a la luz de los hechos solo tiene que pensar en los pobres.

Contenido externo patrocinado