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El Telégrafo

La crisis económica abre las puertas a los emprendedores

14 de junio de 2020

La pandemia por el covid-19 agravó, sin duda, la crisis económica del país. La paralización por alrededor de dos meses de las actividades económicas no esenciales deja secuelas. Entre ellas, cierre de empresas y pérdida de empleos.

Para paliar esta situación, el Gobierno Nacional ha ejecutado acciones encaminadas a mantener las fuentes de trabajo. Entre otras, la aplicación del programa Reactívate Ecuador, que ya ha entregado alrededor de $ 6 millones en créditos a más de 100 micro, pequeños y medianos empresarios; la activación de préstamos quirografarios emergentes por parte del IESS, así como la idea de incentivos a la banca para entregar créditos productivos, incluida en el proyecto de Ley de Ayuda Humanitaria que tramita la Asamblea.

A pesar de ello, hasta que se obtenga una vacuna contra el nuevo coronavirus o se halle un medicamento que lo combata, la necesidad de mantener medidas de bioseguridad y restricciones para evitar un rebrote de contagios seguirá golpeando a algunas industrias, sobre todo en el área de servicios.

Pero como se dice comúnmente, toda crisis es fuente de oportunidades. Por ello, a pesar del panorama poco halagüeño, la actual crisis económica puede ser la oportunidad de desarrollar nuevas ideas y generar emprendimientos.

Algunos pueden estar relacionados directamente con las necesidades creadas a raíz del covid-19: producción de trajes de bioseguridad, mascarillas, guantes, visores, separadores de personas en espacios públicos y de transporte, y más. Asimismo, el período de aislamiento social demostró la importancia de la industria de alimentos aun en las épocas más difíciles; la compra de comida alcanzó el 86,6% entre las prioridades de uso de dinero entre los quiteños de clase media en los últimos meses.

Además, el confinamiento potenció otras áreas: el número de videojugadores y tiempo dedicado a esta actividad creció; al final del año la industria valdrá de $ 159 mil millones a escala mundial.

El dato puede sonar exótico, pero muestra que en tiempos difíciles también hay opciones y que esta puede ser nuestra oportunidad de emprender. (O)

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