Los efectos de la epidemia del coronavirus covid-19 son innegables y se sienten en el mundo. El más palpable es la reducción del precio del petróleo, generado por el problema sanitario, por un lado, y la falta de acuerdos entre Rusia y Arabia Saudita sobre un mecanismo para enfrentar la reducción, por el otro.

Sin embargo, no es el único. El aumento de contagios en el planeta ha afectado al movimiento turístico mundial, además de los desplazamientos aéreos y marítimos. Asimismo, la producción e intercambio de mercancías se ha reducido considerablemente, sobre todo por la ralentización y detención, en algunos casos, del trabajo de las fábricas en China.

Todo esto configura un panorama económico complicado, tanto a escala global como para Ecuador. Y ante ello, el Gobierno Nacional preveía anunciar anoche una serie de acciones encaminadas a paliar los efectos de estos problemas. Como lo dijo previamente el secretario de Comunicación de la Presidencia, Gabriel Arroba, las acciones fueron diseñadas para tener un efecto al interior del Estado, más que en los bolsillos de los ecuatorianos.

Además, el presidente Lenín Moreno señaló ayer, antes de una reunión con representantes de distintos sectores del país en el Palacio de Gobierno, que las relaciones con los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), se mantienen en buenos términos. “El Fondo sigue apoyándonos, porque sabe el empeño que le hemos puesto para cumplir las condiciones que hemos acordado mutuamente”, apuntó el Primer Mandatario.

Y añadió que el envío de las reformas al Código Monetario y Financiero, así como al de las Finanzas Públicas, en los próximos días, y la Ley anticorrupción, que ya fue enviada meses atrás al Legislativo, cumplirán las expectativas de los organismos multilaterales.

El anuncio presidencial es importante, pues permite esperar que el FMI y el BM continúen desembolsando el dinero comprometido con el país, lo que hará más manejable la situación derivada del coronavirus. (O)