El Mundial de Francia 2019 dejó frutos. Un informe del grupo de estudio técnico de la FIFA publicó que la Copa Mundial Femenina de este año fue la mejor edición del torneo, tanto dentro como fuera de las canchas.

En la página web de la FIFA se lee un adelanto del documento. Entre los datos consta que solo el 9% de los pases fue en largo; un descenso respecto a las dos ediciones anteriores. La estadística implica que las selecciones femeninas tratan de jugar en corto y evitar pases largos y directos.

Otro dato es que las arqueras tuvieron grandes actuaciones en Francia. “La tasa de paradas durante la competición alcanzó el 70%, cinco puntos porcentuales superior a la edición de 2015 en Canadá”.

El Mundial de Francia también dejó muchos debates abiertos. Hubo reproches porque la FIFA permitió que el mismo día se jugaran otras dos finales (Copa América y Copa de Oro). Megan Rapinoe, una de las estrellas de la campeona EE.UU., calificó como “algo ridículo y decepcionante”.

Asimismo, tras el triunfo estadounidense, 28 jugadoras demandaron a su federación por discriminación de género por los conflictos de igualdad salarial con sus compañeros hombres. El fútbol generó un debate que salta a otras profesiones, pero crece deportivamente.

En Ecuador aún no hay indicadores exactos, pero los datos pueden traducirse en las emociones que se vivieron en los estadios con los encuentros de semifinal de la Superliga femenina.

La única manera para que crezca la pasión por el fútbol es con apoyo del Estado con políticas e infraestructura, la empresa privada aportando a los clubes y estos a su vez desarrollando deportivamente a sus equipos. La hinchada también tiene tarea: debe apoyar en los graderíos.

En Sangolquí y en Cuenca hubo fiesta con la clasificación de Ñañas FC y Deportivo Cuenca a la final del torneo. Que los estadios se llenen en Quito y Cuenca. Que los números también den más vida a los torneos femeninos locales. Que se profesionalice a las jugadoras y ganen lo justo por su talento. (O)