La pandemia de coronavirus también tendrá un impacto económico inevitable en la industria deportiva. Según un informe realizado por la empresa especializada en marketing deportivo, Euromericas Sport Marketing, las pérdidas ascenderán a unos $ 640.000 millones hasta la primera quincena de abril. Y todo indica que las restricciones en varios países continuarán hasta después de esa fecha, por lo que las previsiones financieras no son nada alentadoras. El caos económico será ineludible e irremediable.
Según indica el trabajo de Euromericas Sport Marketing, denominado “La pandemia mundial en el deporte”, los factores que agudizan la crisis en la industria deportiva están relacionados con la pérdida en ingresos por entradas vendidas en los estadios, donde también se ven afectados el merchandising y la comida, la caída en los derechos de transmisión de TV, la falta de movimiento en las empresas de apuestas deportivas y los contratos de patrocinios.
El torneo de fútbol que más dinero perderá será la Premier League de Inglaterra, con un valor estimado en $ 1.664 millones. Más atrás le seguirán La Liga, competencia de la primera división del fútbol español, con $ 887 millones, y la Bundesliga (Alemania), con $ 776 millones.
Luego están la Serie A de Italia y la Ligue 1 de Francia, con $ 610 y $ 510 millones, respectivamente. Con todo esto, las pérdidas totales, incluyendo las variables comerciales y derechos de televisión caídos, llegarían al total de $ 4.439 millones.
En cuanto a nuestro continente, las ligas más afectadas son la mexicana ($ 700 millones), el campeonato brasileño ($ 260 millones) y la Superliga Argentina ($ 160 millones). Algunos clubes del mundo están pactando con sus jugadores posibles reducciones de salarios. En Ecuador, la LigaPro puso esa alternativa sobre la mesa, sin especificar la vía legal para hacerlo. El gremio de futbolistas no está de acuerdo.
En EE.UU., la primera competencia damnificada es la NFL (fútbol americano), con $ 1.700 millones. La NBA verá reducidas sus arcas en $ 1.600 millones, mientras que el béisbol resignará $ 1.500 millones. En su conjunto, contabilizando el hockey sobre hielo, la MLS y el Nascar, todas las ligas estadounidenses perderán $ 6.800 millones. (O)