La ministra coordinadora de la Política, Betty Tola, ha dicho que el Gobierno solo dialogará con el movimiento indígena y no con los conspiradores. En la entrevista publicada ayer por este diario, puntualiza cómo la Conaie prefirió mantener su acuerdo con el MPD antes que dialogar con el Gobierno el pasado jueves.
Asimismo, los dirigentes de la Conaie, Feine y otras organizaciones participantes de la llamada Marcha por la Vida, han dicho que quieren hablar directamente con Rafael Correa con la agenda de 19 puntos que entregaron a Fernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional.
Por lo tanto: ¿con quién y entre quiénes se va a producir ese diálogo que demandan ambos sectores? ¿Quién representa al movimiento indígena ecuatoriano? ¿Solo la Conaie? De producirse un diálogo entre el “movimiento indígena” y el Gobierno, ¿la agenda es sobre los problemas de los indígenas, sus comunidades y propuestas, o allí se incluye también la agenda de demandas de los maestros, servidores públicos, medios privados de comunicación, empresarios y demás?
Por lo visto, allí hay un asunto no resuelto: la Conaie está asumiendo la representación política de diversos sectores sociales y eso constituye ya un escollo para entenderse con el Gobierno. Incluso, ¿por qué la Conaie va a la Asamblea, si ahí tiene sus representantes en Pachakutik? Lo mismo se diría de la UNE, si tiene sus delegados del MPD; y de los empresarios, que tienen a sus asambleístas en el PSC, Prian, ID, etc.
Si un diálogo sobre demandas concretas de los indígenas se debe dar es con todas las organizaciones y representaciones legítimas de todos los indígenas. Y para eso el Gobierno y el movimiento indígena deben aclarar y definir las reglas democráticas para un diálogo provechoso y concreto, nada electoral ni mezclando agendas.