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El Telégrafo

Comentar en diarios no es igual que en redes sociales

22 de octubre de 2012

Con absoluta ligereza los más prominentes opinólogos del Ecuador, entre los cuales siempre va a estar el titular de Fundamedios, dicen que “censurar las redes sociales es muy peligroso” e inmediatamente señalan que la “autocensura” de ciertos periódicos de los comentarios de sus lectores va por el mismo camino.

Incluso, “sabios” como son de todo (opinan lo mismo de tecnología como de política, igual de derecho como de ecología), no diferencian que en las redes sociales hay una cuenta personal, que es de absoluta responsabilidad y autonomía de quien la abrió o la creó vía Internet. En cambio, en los periódicos y sus páginas web hay una administración de la empresa o institución.

Es más, cuando se abrieron, los dueños de esos periódicos sabían que el riesgo de insertar comentarios injuriosos era obvio y por eso, algunos, pusieron: “Nos reservamos el derecho a no publicar los comentarios que contengan frases injuriosas y ofensas”. Pero no lo hicieron, por lo que se puede ver publicado en la web.

Evidentemente las dejaron pasar, como lo hicieron con un artículo de un columnista que reveló su homofobia, porque coinciden con esos “puntos de vista”, siempre y cuando favorezcan a su posición política. Igual censuraron, sin ningún miramiento, todos aquellos comentarios a favor, expresa y abiertamente, del Gobierno. Lo mismo que censuran las cartas al director donde se expresan comentarios en contra de la prensa privada y/o a favor del Gobierno actual. Lo hacen porque no están de acuerdo con ello. No publican porque consideran que es hacerle propaganda a quien “los ofende”.

Los comentarios en las redes sociales difícilmente podrán ser censurados, de ahí su proliferación y hasta cierto abuso de quienes se ocultan en seudónimos, nombres falsos, “trolls”, para insultar y calumniar, como lo hicieron también en las páginas web de los periódicos, que ahora se quejan como un acto de censura que ellos mismos protagonizan.

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