Quito y Guayaquil.-

Las operadoras Claro y Movistar podrán usar un mayor espectro radioeléctrico en Ecuador para desarrollar la tecnología 4G hasta el 2023 y mejorar el actual servicio de tercera generación (3G). La aplicación del sistema implica algunas inversiones en infraestructura y dispositivos que deben hacer las empresas telefónicas.    

El lunes el Gobierno logró un acuerdo con las operadoras Movistar y Claro para la utilización del espectro radioeléctrico adicional  para la implementación del 4G, así como para mejorar el 3G, por lo cual el Estado recibirá $330 millones.

Luego de la asignación del espectro, las operadoras empiezan a establecer sus estrategias para entregar este servicio a sus clientes.

José Manuel Cazas, gerente de Movistar, afirmó que la empresa está preparada desde hace tiempo con la infraestructura necesaria para otorgar este servicio a sus abonados. “Nosotros teníamos confianza de que esto llegaría a buen término y de hecho tenemos infraestructura preparada para dar el sistema 4G, por lo cual en 2 o 3 días de la firma del contrato estará disponible en pocas zonas del país. Comercialmente esperaremos entre 5 y 6 semanas”, aseveró el empresario.

Aclaró que no habrá  incremento en las tarifas para los usuarios que se cambien al sistema, y que se mantendrán en el orden de los planes de 3G vigentes, que en promedio cuestan $ 35 por 1.000 megas.

Al referirse a la restricción de las importaciones de teléfonos celulares, el gerente dijo que es un tema crítico debido a que se requiere de equipos con mayor capacidad, lo que espera se solucione en las próximas semanas. “No tendría sentido pagar los $ 330 millones entre los 2 operadores si luego los usuarios no tienen con qué aprovechar esa tecnología”, manifestó.

Cazas aseguró que al momento en el país solo un 1% de los usuarios de telefonía móvil tienen los teléfonos para obtener la tecnología 4G.

Limitaciones en el servicio

Al menos 3 desventajas tendría la conexión de la nueva red móvil. La más recurrente sería la limitación de la señal o cobertura del servicio, también los costos y el consumo de la batería del móvil.

Este es el criterio de técnicos consultados por EL TELÉGRAFO, quienes consideran que la falta de cobertura, condicionada a las antenas ubicadas en poblaciones rurales o alejadas, sería un obstáculo para que la gente se anime “de manera inmediata” a cambiar al 4G.

Jorge Poveda, técnico en computación, considera que la tecnología a implementar en el país es buena y rápida, pero tiene dudas sobre si cambiarse a este nuevo sistema. “Por mi trabajo tengo que viajar bastante para hacer el mantenimiento del sistema informático de la empresa a la que le doy el servicio y necesito estar conectado en todo momento, pero si con el 3G hay problemas, peor con lo que se quiere implementar”, aseveró.

Mientras que Katty Márquez, ingeniera en telecomunicaciones, cree que el 4G es una tecnología reciente que estará presente solo en ciudades grandes, lo que limitará su cobertura y por ende que los usuarios adquieran el sistema.

Según Márquez, otras de las desventajas son que al tener el móvil la tecnología 4G, este consumirá más batería, así como también se elevaría el costo del servicio para el usuario. “Los planes subirán debido a que los teléfonos tienen que ser de última generación y tendrán un mayor precio”, dijo.