EE.UU. no reconoce Corte, pero da plata a la CIDH
Estados Unidos y Canadá figuran como dos de los mayores donantes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 2010. Sin embargo, ninguno de estos países están suscritos al acuerdo de San José, que reconoce la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para juzgar los casos denunciados por la entidad.
El reporte más actual sobre el financiamiento de la OEA data de 2010. En el informe se indica que la CIDH recibió contribuciones por un valor de $ 3’354.700 proveniente de varios estados miembros o de observadores permanentes, así como también de organizaciones como la Unión Europea (UE).
En 2010, EE.UU. donó $ 400.000 a la CIDH y Canadá contribuyó con $ 748.600. España, que figura como observador permanente de la OEA, aportó $ 700.400, mientras que la UE entregó $ 739.100.
Estas aportaciones, en especial la de Estados Unidos, han sido cuestionadas por el Gobierno ecuatoriano, que exigió a Washington que reconozca a todos los órganos de la OEA o se retire del organismo.
El presidente Rafael Correa mencionó, días atrás, que luchará para impedir que formen parte de la OEA representantes de países que no reconocen a los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), al cual pertenece la CIDH. Esta entidad tiene su sede en la capital estadounidense, mientras que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) está en San José, Costa Rica.
La representante permanente de Ecuador ante la OEA, María Isabel Salvador, mencionó que el organismo no puede financiar sus operaciones solo con los recursos regulares, por ello acepta aportes extraordinarios, no solo de los países miembros, sino de otras fuentes fuera de la organización, sean o no gubernamentales.
Asimismo, Salvador indicó que la CIDH busca por cuenta propia sus recursos, ya que los aportes que recibe de la OEA son insuficientes.
CIDH no cuenta con recursos
El 55% del presupuesto de la CIDH se financia con los fondos regulares de la OEA, que comprende solo un 5% del presupuesto general de la organización, cuya cifra en 2010 ascendió a $ 90’125.000, es decir que $ 4’057.000 fueron para la Comisión. El 45% restante lo financia con fondos específicos y donaciones, cuyo monto, el año anterior, fue de $ 3’350.700.
Sin embargo, estos recursos resultan insuficientes para que este órgano de la OEA atienda más de 1.600 peticiones que recibe al año, indicó una fuente de la CIDH en Washington.
La fuente explicó que la CIDH requiere de al menos $ 40 millones anuales para sus operaciones y que, debido al déficit en el presupuesto, el órgano tiene un atraso procesal de unas 6.000 peticiones, casos que se vienen arrastrando desde hace cuatro años.
En este sentido, la fuente que pidió anonimato señaló que la CIDH y su equipo de 50 abogados hacen esfuerzos extraordinarios para tramitar la mayor cantidad de peticiones. Solo en 2011 la Comisión recibió 1.670 peticiones, de las cuales 262 fueron admitidas, mientras que el saldo no se tramitó porque no contaba con los requisitos.
Con el objetivo de lograr un equilibrio en el tema del presupuesto, la semana anterior, el Consejo Permanente de la OEA acogió una serie de recomendaciones planteadas por un grupo de trabajo para asignar recursos adecuados, suficientes y balanceados a todas sus relatorías, grupos de trabajo y unidades de la CIDH.