El narrador presentó su última novela, en Quito, el día en que sus compatriotas estaban a la expectativa del tratado de paz y un partido de la Copa América.

La urna norte del lugar sirvió para presentar propuestas escénicas; la sur para recorrer obras de arte contemporáneo.

Una lectura crítica muestra que el autor de Los Sangurimas no siempre fue el “gran señor del cuento ecuatoriano” y que en su producción temprana había “ciertas cursilerías inconcebibles”.

Fragmentos de Junio tuvo su XIV edición en varios espacios públicos de la ciudad. Este año participaron seis compañías.

La obra, realizada en lienzo, acrílico y aerosol, es creación de Geovanny Verdezoto, de Santo Domingo de los Tsáchilas.