Para ingresar al magisterio deben rendir tres pruebas
La Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) establece varios parámetros para el ingreso a la carrera docente. Uno de ellos es contar con título universitario, de técnico superior o licenciatura en Ciencias de la Educación. En caso de tener otro título, la normativa establece un plazo de 3 años para que el docente curse una maestría en educación o en pedagogía, para continuar dentro del sistema.
Sin embargo, para que una persona ingrese al magisterio fiscal es necesario validar tres pruebas: una de razonamiento, la cual la lleva a cabo el Instituto Nacional de Evaluación (Ineval); una prueba psicométrica de personalidad, con el fin de garantizar que los docentes se encuentren en condiciones adecuadas para desarrollar sus actividades educativas; y finalmente una prueba de conocimientos, vinculada a la asignatura que imparten.
En junio de 2018, el Ministerio de Educación expidió la normativa para la aplicación de la prueba de personalidad a todos los docentes y directivos de las instituciones educativas fiscales del país.
Eso significó que todos los profesores vinculados al magisterio y quienes se encuentren financiados por el Estado en la educación fiscomisional, debían acudir a la evaluación.
Es así que, hasta agosto pasado, el 96% de los docentes con nombramiento definitivo, provisional o contrato de servicios ocasionales, cumplieron con la prueba.
Los 7.836 docentes-bachilleres cuentan con un contrato, pues no pueden ser elegibles para obtener el nombramiento definitivo porque no cuentan con el principal requisito, que es el título de tercer nivel.
Para obtener un nombramiento definitivo, los maestros deben presentarse a un concurso de merecimientos y oposición, impartiendo clase demostrativa frente a estudiantes, docentes y autoridades.
De acuerdo al puntaje obtenido se los incorpora al magisterio con nombramiento.
El Ministerio de Educación, además, auspicia tres evaluaciones: dirigidas a maestros que buscan ejercer: a pedagogos que ya forman parte del magisterio y a los estudiantes en último año de bachillerato.
En la prueba Ser Maestro se aplica un test de razonamiento y manejo de conocimientos específicos y pedagógicos vinculados a la asignatura que se imparte.
En cambio, para la prueba Quiero ser Maestro pueden aplicar las personas que desean ingresar a la carrera docente. En este caso, el profesor debe demostrar que está en la capacidad de ser un formador de niños y adolescentes. Además de tener un alto nivel de preparación y práctica, para finalmente llegar a la fase de postulación para escoger la ubicación geográfica donde desempeñará su función.
Sin embargo, resulta que la mayoría de docentes titulados no optan por enseñar en zonas de difícil acceso. Por esto, para el Ministerio de Educación es necesaria una reforma a la LOEI, con el objetivo de generar incentivos para que profesionales en educación y pedagogía puedan realizar su actividad también en los sectores rurales. (I)