Gran Bretaña creará la reserva marina más extensa del mundo, alrededor de las islas Pitcairn, la única colonia británica que queda en el océano Pacífico.

El sitio de protección medioambiental cubrirá más de 834.000 kilómetros cuadrados, más del doble que todo el territorio del Reino Unido y tendrá como objetivo proteger al menos 1.249 plantas y animales que viven en esas aguas.

Las aguas de las Pitcairn contienen especies muy raras de corales duros y blandos, como también peces que solo se hallan en esa zona del planeta, como una rara especie de los candiles (Holocentridae) y peces mariposa pirámide (Hemitaurichthys).

Las islas son además hogar de especies de aves muy importantes para el ecosistema marino, como la fardela de Henderson- en serio peligro de extinción- y cuya única área de cría es en la isla Henderson.

El anuncio fue hecho por el ministro de Economía británico, George Osborne, durante la presentación del último presupuesto anual en el Parlamento previo a las elecciones generales del 7 de mayo.

El gobierno de coalición que encabeza David Cameron indicó que la medida de conservación busca proteger la riqueza de la vida marina de las amenazas de la pesca ilegal.

Como parte de los controles de la reserva marina se utilizará un satélite para monitorear los barcos en la zona.

Dicha misión tendrá como objetivo recopilar la información necesaria para procesar a quienes cometan actos de pesca no autorizada.

Las islas Pitcairn, que conforman un archipiélago de la Polinesia en Oceanía, con una población estable de 60 habitantes, son un Territorio Británico de Ultramar y la única colonia británica que queda en el océano Pacífico.

Es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, con el fin de eliminar el colonialismo.

Un estudio reciente de las aguas de las Pitcairn concluyó que éstas no son particularmente productivas en cuanto a las especies de recursos pelágicos de alto valor comercial, al indicar, por ejemplo, que la pesca del atún se da al norte de ese territorio.

Destacó que prácticas ilegales de pesca se llevan a cabo en aguas lindantes alrededor de las islas, y que de no detenerse de inmediato “diezmarán muy rápidamente la vida marina que existe allí”.

Tras el anuncio del gobierno, el grupo Pew Charitable Trusts y la Sociedad Nacional Geográfica, que hacen campaña para la creación de reservas marinas en el mundo, dieron la bienvenida a la decisión de Londres.

“El liderazgo en materia medioambiental para los océanos por parte de nuestro gobierno es lo que esperamos. Protegerá las aguas prístinas de nuestros territorios de ultramar y será un ejemplo para el resto del mundo, dando esperanzas y fuerzas a futuras generaciones”, declaró el explorador, biólogo marino y presentador televisivo Paul Rose.

El Reino Unido contaba hasta ahora con la mayor reserva marina continua del mundo, alrededor de las islas Chagos, en el océano Indico. Esa zona, establecida en 2010, tiene una superficie total de 640.000 kilómetros cuadrados.

Los conservacionistas sostienen que dichas zonas son componentes esenciales para combatir la “colosal destrucción” de peces y ecosistemas marinos.

Los expertos estiman que la sobrepesca ilegal en zonas no autorizadas por las normativas internacionales, que generan hasta 20.000 millones de dólares al año, está creciendo y seguirá creciendo al menos que se establezcan más zonas de protección marinas.

Las nuevas áreas de protección en los océanos dependen ahora de nuevas tecnologías de satélite capaces de identificar y seguir a piratas de la pesca. En el caso de las Pitcairn, los operativos de control contarán con su base central en la llamada Sala de Aplicaciones Satelitales en Harwell, en el condado inglés de Oxfordshire.

Es un sistema que no solo identifica a potenciales pesqueros ilegales, sino que sigue sus movimientos. Y al incorporar datos adicionales, como condiciones marítimas o probables zonas de pesca, los expertos podrán predecir exactamente qué están haciendo esos buques pesqueros.

El sistema permite a través de algoritmos emitir alertas automáticas.

Jo Royle, a cargo de la campaña del grupo Pew para el legado oceánico, dijo que Gran Bretaña planea además crear una zona de protección marina en la Isla Ascensión, ubicada en el océano Atlántico, a medio camino entre América y África, sobre la Placa Sudamericana, y al borde de la Dorsal Mesoatlántica.

“El gobierno británico está hablando ahora con los isleños para que entiendan qué protección necesitan sus recursos marinos”, destacó la experta.

“También estamos tratando que el gobierno británico designe a las islas Sandwich del Sur (en el Atlántico Sur) como reserva marítima. Y este año será un año muy importante porque Chile está evaluando designar a las islas de Pascua como zona de protección marina, del mismo modo que está ocurriendo en la República de Palaos (en el Mar de Filipinas). Por suerte este tema está tomando cada vez más importancia en la agenda política”, concluyó Royle.