Cangrejales temen bajas ventas por el coronavirus
Tras la recién anunciada pandemia de coronavirus, decenas de negocios dedicados a la venta de cangrejo se encuentran preocupados por el impacto que pueda tener en el flujo de clientes que llegan a locales.
Hoy culmina la veda, que se inició el pasado 15 de febrero, por lo que los restaurantes están preparados para recibir a las oleadas de comensales que suelen abarrotar sus mesas durante los primeros días de reinicio de la venta.
Sin embargo, los dueños de algunos negocios están expectantes de cómo se van a comportar los consumidores, pues entre las recomendaciones del Gobierno para evitar el contagio está eludir las aglomeraciones.
Mytia Zambrano, propietaria de Los Encocados de Mytia, ubicado en la ciudadela Alborada, muestra especial preocupación, ya que durante la veda sus ventas bajan drásticamente, y si los niveles no vuelven a la normalidad, se va a encontrar en una difícil situación económica.
“Vendemos mucho menos, nos defendemos con los platos a la carta de otros mariscos o jaibas; sin embargo, la cantidad de clientes es siempre mucho menor”.
Por este motivo, durante el período de veda, muchos negocios prefieren cerrar sus puertas o atienden en horarios reducidos; otros aprovechan el tiempo para hacer adecuaciones en sus locales.
“De lunes a jueves abrimos hasta las 16:00 –fuera de la veda el horario se extiende hasta la medianoche–, los viernes atendemos hasta más tarde para aprovechar a los clientes de los bares que salen a buscar comida”, manifestó Zambrano.
Los empleados del cangrejal Marthita #1, en el sector de Sauces 6, coinciden con ella. Afirman que el hecho de ser muy conocidos les permite seguir abiertos durante la veda, pero el nivel de ventas no tiene comparación.
“La gente busca la jaiba como alternativa, pero no a todos les gusta y es mucho más cara, por eso se vende menos”, asegura el cocinero de este negocio, mientras prepara la olla para la jornada nocturna.
Para que los clientes se sientan más seguros, los restaurantes han puesto gel antibacterial y jabón líquido a disposición; además, se han esmerado en mejorar la limpieza de las mesas luego de cada uso.
“Estamos pendientes de todas las recomendaciones que haga el Ministerio de Salud y las demás autoridades. La idea es que los clientes se sientan confiados de que es seguro venir a comer”, dijo Zambrano.
Entre los comensales también hay opiniones divididas.
Isabel Ronquillo, de 30 años, es asidua consumidora del crustáceo. Ella esperaba ansiosa que culmine la veda para comer cangrejo nuevamente; sin embargo, debido a la pandemia, aseguró que se abstendrá de ir a los cangrejales por algunas semanas más.
“Siempre, cuando termina la veda, voy a aprovechar que se ofrecen promociones, pero los locales se llenan tanto que aumentaría las posibilidades de contagiarse y es un riesgo que prefiero no tomar”, expresó Ronquillo.
Diego Vintimilla, en cambio, indicó que no piensa privarse de degustar el crustáceo, pero que como prevención lo hará en un lugar de confianza, donde tenga certeza de la limpieza.
“Me parece que dejar de ir sería alimentar la histeria colectiva, hay que tomar medidas preventivas, sí, pero no voy a dejar de hacer las actividades que hago normalmente”, opinó el comensal. (I)