La autoridad de los padres se fundamenta en marcar límites
La relación de los padres con su hijo está atravesada por un factor de poder llamado autoridad. En algunos hogares se sufre una suerte de inversión de roles, dándose la situación de que los adolescentes, e incluso los niños, imponen su voluntad a adultos extremadamente complacientes que no pueden o no saben marcar los límites.
La psicóloga Gladys Véliz, directora del Departamento de Consejería Estudiantil de la Unidad Educativa Delfos, sostiene que de no establecerse un freno a determinadas acciones de los chicos puede degenerarse en ellos desde actitudes desobedientes, egocentristas o egoístas hasta acciones agresivas.
Véliz contempla que en la actualidad se dan algunos tipos de crianza permisiva que "es precisamente la que los padres, de alguna manera u otra, dejan que sus hijos tomen cualquier tipo de acción", y en consecuencia, ellos establecen normas propias que van desequilibrando ese hogar.
Por otra parte, existe también un tipo de crianza prepotente en donde el padre impone y no permite que el hijo dé su criterio o exprese su estado emocional llevando, en definitiva, a moldear un individuo carente de autonomía.
La experta precisa que además figuran las crianzas participativas en donde el hijo emite su opinión -lo cual no es malo-, pero esta no debe ser excesiva, pues la autoridad se torna compartida, desviándose de aquel modo el propósito central.
Si el hijo menor de edad, en un momento dado, quiere 'tener autoridad', entonces para ello el ámbito legal se llama emancipación. Y un emancipado -a partir de los 16 años de edad- debe tener la solvencia económica, social y moral como para poder efectivamente poner en práctica esta acción.
Así también, un hijo podría pensar también que no necesita tener amor y protección familiar. "Hay muchos infantes que piensan que pueden vivir sin estos sentimientos y emociones que son propias del ser humano", puntualiza Véliz.
La especialista plantea que la clave para mantener una 'higiene mental' radica en que el papá y la mamá deben asumir un papel de amor, autoridad y formación, pues son el entorno más cercano, el grupo que definitivamente da la primera formación en coordinación con la escuela.
Finalmente, Véliz apunta que la autoridad de los padres se fundamenta en la idea de marcar límites explicando el porqué de cada orden determinada. (I)