Dieta de los padres puede engordar a las nuevas generaciones
Se conoce que los hábitos tienen efectos sobre la salud de las personas, pero una investigación reciente indica que también afectan a la descendencia (hijos y nietos).
Un equipo del Instituto Victor Chang de Sidney, liderado por Catherine Suter, publicó un estudio en el que muestran, en ratones, los efectos a largo plazo de la obesidad de los padres sobre las siguientes generaciones. El documento relata que durante la Segunda Guerra Mundial, una hambruna provocada en Holanda por el embargo de alimentos del ejército nazi dejó secuelas en los hijos de las mujeres embarazadas. Ellos sufrieron obesidad, diabetes o enfermedad coronaria, pero incluso algunos de sus nietos, en 2008, tenían restos de aquellas cicatrices en forma de cambios epigenéticos.
Esas transformaciones no modifican la secuencia de ADN, pero sí a otras moléculas que se pegan encima y cambian su actividad.
Los investigadores aparearon machos obesos con hembras delgadas y mostraron que tanto los hijos como los nietos de los ratones gordos tenían más probabilidades de desarrollar diabetes o hígado graso cuando tomaban comida basura.
Según Suter, estos resultados podrían tener una aplicación a los enfoques de salud pública a corto plazo, pues la salud de un niño se ha considerado desde hace tiempo responsabilidad de la madre desde el momento en el que se embaraza. Sin embargo, se ha prestado poca atención al modo en que la salud del padre puede afectar a su niño.
“Ahora, hemos descubierto pruebas poderosas, en un modelo animal, de que la nutrición y la salud metabólica del padre puede influir en la de sus hijos e incluso en la de sus nietos”, explicó Suter a través de un comunicado publicado por la institución en la que trabaja.
Los resultados ayudarán a que quienes tienen papás o abuelos obesos prevean el riesgo de comer alimentos con mucha grasa o azúcar. Si su padre tenía problemas metabólicos es más probable que ellos sean más propensos a sufrir efectos nocivos de la comida basura. (I)