Pese a los avances educativos en el país, la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes no disminuyó, esa fue una de las conclusiones que dejó el informe del estado de la infancia en Ecuador ‘La niñez y adolescencia en el Ecuador contemporáneo’, elaborado por el Observatorio social del Ecuador en colaboración con Unicef el año pasado.

Las encuestas realizadas a nivel mundial revelan que 3 de cada 10 adultos del mundo creen que es útil utilizar el castigo físico como una forma de educar. Es así que se registra un incremento de la violencia en la relación padres-hijos que pasó del 35% al 44% en los últimos años.

Al momento solo el 31% de padres (26 puntos porcentuales menos que hace 10 años) utiliza el diálogo en primer lugar para analizar las situaciones de conflicto en las que se ven envueltos los niños, niñas y formarlos bajo los principios de respeto y amor.

El 40% de los hogares recurre a los golpes como medio de solución de conflictos. Según registros del MIES, en 2012 se recibieron un total de 17.370 casos de violencia, siendo el mayor número, 7.319, producto de negligencia dentro del hogar, mientras 4.395 casos correspondieron a maltrato sicológico.

El espacio escolar tampoco queda fuera de esta situación. Pese que se emitió un código de conducta. En la escuela se mantiene la violencia entre pares, siendo los insultos y burlas el mayor porcentaje: 73% en las ciudades y 67% en el campo.

El 30% de los niños de 5 a 17 años está expuesto casi siempre a castigos violentos (golpes, insultos, privación del recreo).

“Una sociedad como la ecuatoriana, con profundas huellas de discriminación, con un largo y difícil proceso de cohesión social y de aceptación de su condición diversa, parecería haber encontrado en el maltrato a los niños y niñas de menor edad un desfogue a sus complejos. La relación adulto-céntrica, sinónimo de autoritarismo y de inseguridad, asume como lógico y normal el castigo, ágil y fácil en vez del diálogo, la orientación y la formación que implican paciencia, tiempo y una clara conciencia de que la mínima acción es grabada en el corazón, la mente y la psiquis de los niños y niñas”, expresa el informe.

De acuerdo a datos de la Fundación Azulado, que trabaja para disminuir la violencia contra la niñez y adolescencia, alrededor del 17% de niños/as y adolescentes en el Ecuador ha sufrido abuso sexual, y 7 de cada 10 niños en el Ecuador han sido víctimas de maltrato infantil.

“El abuso infantil en el Ecuador es una epidemia social que sigue vigente. Somos los adultos los llamados a tomar acción en la protección de los niños ante el abuso. Debemos concientizarnos que es necesario cambiar la manera en que tratamos a nuestros niños. La educación con respeto es la base para formar personas seguras”, señaló un comunicado de la organización.

El problema a nivel mundial

La situación se repite a nivel mundial. En el informe presentado por la Unicef el año pasado, titulado ‘Ocultos a plena luz’, se indica que es mucho mayor el número de niños que sufren la violencia en forma de disciplina, por lo general en sus propios hogares y desde que son pequeños, (6 de cada 10 niños del mundo) de 2 a 14 años sufren de manera periódica castigos físicos a manos de sus cuidadores.

En la mayoría de los casos, los niños son objeto de una combinación de castigos físicos y agresiones psicológicas. En general, las formas más graves de castigo corporal, como los golpes en la cabeza, las orejas y el rostro, o los golpes fuertes y reiterados, son las menos frecuentes. Como promedio, esas formas de castigo afectan al 17% de los niños en 58 países. En otros 23 países, la aplicación de castigos físicos severos está generalizada.