Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo: 5 señales de alerta temprana
Según expertos, los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos.
El diagnóstico puede ser difícil, debido a que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre, para diagnosticarlos. A veces, pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A los 2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con experiencia puede considerarse muy confiable.
Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son mucho más grandes.
Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un funcionamiento bajo hasta uno alto.
¿Cómo identificar los primeros signos?
Las principales señales de alerta de autismo en el desarrollo temprano son las siguientes:
1.- A partir de los 3 meses, si un bebé no sonríe ni expresa alegría a otras personas
2.- A partir de los 6 meses, si un bebé no produce intercambio de sonidos, sonrisas o gestos faciales.
3.- Si a los 10 meses un bebé no responde a su nombre, ya sea prestando atención o sonriendo a quien lo llama
4.- Si a los 12 meses un bebé aún no balbucea, vocaliza ni genera intercambio de gestos
5.- Si el niño o niña no dice ninguna frase con sentido de 2 palabras (sin imitar o repetir) a los 24 meses
Además de estas características, muchos niños desarrollan también trastornos sensoriales, como molestias producidas por los ruidos del ambiente o las texturas que se tocan o que se saborean, afectándoles inclusive la ingesta de determinados alimentos.
¿Existe tratamiento?
En la actualidad, no existe una cura para los TEA. Sin embargo, las investigaciones muestran que los servicios de tratamiento de intervención temprana pueden mejorar el desarrollo de estos niños, pues estos ayudan desde el nacimiento hasta los 3 años (36 meses) de edad a aprender destrezas importantes.
Estos tipos de tratamientos pueden incluir terapia para ayudar al niño a hablar, caminar e interactuar con los demás.
Aún se desconoce cuál es el origen del autismo. Si bien existe una línea de investigación sobre causas genéticas, esta condición no responde a una alteración puntual del ADN, sino a diversos daños posibles en el material genético