Gigantes serpientes de barro 'devoran' las costas de Perú
Lima.-
Primero, un bramido lejano, que viene de las alturas. Luego una riada sucia y violenta. El wayq’u o huaico, una avalancha de lodo y piedras, desciende de los cerros como una serpiente de barro que en estos días se está ‘devorando’ las costas de Perú.
Wayq’u quiere decir quebrada en quechua, esa división entre los cerros por donde el agua desciende en época de lluvias. Esta vez, la voraz serpiente trascendió los Andes, a cuya población usualmente golpea, y llegó a ‘morder’ los pies de Lima, asustando a sus habitantes, con escenas nunca antes vista por este sector capitalino.
“Está todo inundado, todo (...) Estamos incomunicados porque ni siquiera hay luz. Estamos prácticamente aislados por el río”, dice Milagros Meléndez.
Usando una cuerda y ayudada por la Policía, Milagros acaba de cruzar una avenida en el sector de Huachipa, este de Lima. A sus pies, el río de lodo discurre amenazando con tragársela si se suelta.
En los techos de viviendas, bomberos y policías evacuaron a cientos de moradores.
72.115 damnificados
Desde enero hasta ahora, el fenómeno de El Niño ya suma 65 los muertos, 72.115 los damnificados -es decir, que lo perdieron todo- y 567.551 los afectados.
‘El Niño costero’ es un calentamiento del mar frente a la costa peruana, el cual genera alta evaporación y posteriores lluvias, que se ve favorecido por ausencia de vientos.
Este ha impactado a Perú y su capital en 1982-83 y en 1997-98.
El Gobierno central critica la falta de gestión de los gobiernos regionales y municipios que, pese a contar con presupuesto, no invierten en prevención. Estos últimos le devuelven la crítica y les exigen más apoyo. Mientras tanto las zonas afectadas suelen ser usualmente las mismas: el mismo puente, el mismo río, el mismo barrio. Los mismos errores. (I)
Los sistemas de distribución de agua se derrumbaron debido a los aguaceros. La escasez del líquido vital es uno de los problemas colaterales en la capital. Foto: AFP