La Alcaldía de Quito anunció que hoy y mañana se realizará el sorteo de plazas destinadas a la operación de negocios móviles de comida, más conocidos como food truck.

Este será el segundo intento de la actual administración capitalina para organizar este tipo de emprendimientos que empezaron a proliferar en las vías a finales de 2015 e inicios de 2016.

El 29 de enero del año pasado, el Cuerpo de Bomberos y la Secretaría Metropolitana de Salud realizaron una preinspección sanitaria a un grupo de estos negocios.

El 10 de octubre pasado, el primer vicealcalde Eduardo del Pozo (CREO) anunció la emisión de la Resolución A 028 para la regulación de este tipo de establecimientos móviles de comida.

El documento establecía 60 lugares (plazas) que serían autorizados en el norte, centro y sur de Quito para el funcionamiento de los food trucks y que se asignarían a través de un sorteo.  

La inscripción de los interesados para participar debía efectuarse el 20 y 21 de octubre; el primer sorteo de espacios estaba programado para el 28 del mismo mes.

Sin embargo, ninguna plaza fue asignada. Y a partir de aquello, el Cabildo arrancó un nuevo proceso de distribución de espacios en lugares públicos.

En lugar de las 60 plazas previstas inicialmente, entre hoy y mañana se sortearán 28 lugares de operación. Adicionalmente, la oferta se extenderá a otros giros de negocio, pues no se receptará únicamente la inscripción de propietarios de restaurantes móviles.

También pueden acogerse quienes se dedican a la venta de artesanía, acciones turísticas, entre otros emprendimientos.

El procedimiento, sin embargo, no es conocido por todos los que están inmersos en estas actividades económicas.

José Vizamón es un venezolano llegado al país hace un año, aproximadamente, y desde hace unos seis meses administra el food truck bautizado como Papa Móvil.

La estructura estaba estacionada, hasta ayer, en el espacio denominado Plaza Village, en la av. Eloy Alfaro, entre Suiza y Bélgica.

El área la compartían los comerciantes desde mediados de 2016 con un estacionamiento público administrado por la firma UrbaPark.

Vizamón indicó que el propietario del emprendimiento había previsto mantener el negocio allí hasta el martes. Algo similar ocurrió en los meses previos con los otros seis negocios que formaban Plaza Village.

El venezolano afirmó que el propietario tenía planificado buscar otro espacio. No sabía dónde se reubicarían, solo que no sería en una de las plazas ofrecidas por el Municipio, pues, hasta ayer, desconocían del nuevo sorteo.

Vizamón dijo que sospechaba que buscarían un espacio en otro estacionamiento o terreno privado,  como ocurrió con la mayoría de personas dedicadas a la venta de comida en estructuras móviles.

En la ciudad proliferan desde el año pasado una serie de sitios o plazas creadas por personas que antes tenían sus negocios en las vías. O dueños de franquicias gastronómicas conocidas que han decidido asociarse, como ocurre con Pradera Food Garden (República y La Pradera). (I)