La estructura del suelo de Quito es moderada y poco propagadora de ondas sísmicas. Ese es el resultado del estudio de reacción de la tierra ante un evento telúrico realizado recientemente. “El suelo de la capital es homogéneo, es decir existen pocos sectores en donde es blando, por ejemplo Turubamba”, explicó Ricardo Peñaherrera, técnico.

El estudio fue realizado con el objetivo de reconocer las áreas de Quito con mayor vulnerabilidad ante un sismo. En los resultados lo que se evidenció es que la tierra es dura, sobre todo en sectores como Calderón, el Centro Histórico y Los Valles. En las demás áreas la tierra es homogénea, existen áreas blandas, sobre todo en el sur de la capital, aunque son pocas.            

Según René Vallejo, secretario de Hábitat y Vivienda del Municipio, el problema ante un temblor son las edificaciones y viviendas que fueron construidas sin especificaciones técnicas antisísmicas, lo que hace que tengan mayor riesgo durante un sismo.

“El 65% de las casas fue hecho sin estudios técnicos y de manera ilegal”, dijo. Mientras que para los edificios de más de tres pisos se realizaron estudios antisísmicos. El resultado de la investigación permite que “se pueda planificar la construcción de nuevas edificaciones con políticas de uso de la tierra y las restricciones o requerimientos especiales”, expresó Jorge Albán, alcalde de Quito (e).

Es decir, para que una nueva vivienda se pueda construir los propietarios e ingenieros encargados de la obras tendrán que realizar un estudio técnico. 

Asimismo, se evidenciaron 30 puntos seguros a lo largo de la ciudad, que serán socializados en las próximas semanas. En cuatro de ellos se construirá refugios. Además se señalizará el acceso a esos lugares, para que en el momento del siniestro la ciudadanía se traslade hasta allí. 

Hospitales, escuelas y áreas de seguridad fueron revisados para saber cómo se construyeron en función del suelo en donde se asentaron. Y se realizará el reforzamiento de sus estructuras, como columnas y paredes, para que no sufran daños ante un terremoto y sirvan de refugio.