Hay muchas personas que todavía creen que al tomar vitamina C están protegiéndose contra el contagio de la gripe. De hecho, cuando se aproxima la época invernal, la venta de vitamina C aumenta, pero, ¿existen evidencias científicas sobre los efectos de esta vitamina para prevenir la gripe? Según los estudios desarrollados sobre el tema, la vitamina no parece protegernos contra esta enfermedad cuando ya ha habido una exposición al virus que causa el resfriado.

Para evitar la gripe, es necesario mantener una alimentación saludable, practicar ejercicio físico y llevar una vida libre de estrés. Estos factores contribuyen a tener un buen sistema inmunológico. La vitamina C es un antioxidante, pero cuidado, altas dosis pueden ser perjudiciales.

Esta vitamina, sin duda, es fundamental para que las heridas cicatricen bien y se fortalezcan las encías. Una edición digital de la BBC de Londres reveló un estudio de la Universidad Nacional Australiana y la Universidad de Helsinki, en el cual se revisaron más de 30 informes sobre los efectos de una dosis diaria de vitamina C.

Descubrieron que para la mayoría de la gente, tomar dosis de vitamina C diariamente tiene tan pocos efectos, que no vale la pena ni el esfuerzo ni el gasto que esta requiere. La investigación demostró, además, que una dosis de al menos 200 mg diarios tiene muy pocos efectos para reducir la duración o gravedad de los resfriados.

Sin embargo, la gente que queda expuesta a períodos de gran estrés, como los corredores de maratones, sí podrían reducir a la mitad el riesgo de sufrir un resfriado si toman la dosis diaria de vitamina. El ácido ascórbico (vitamina C) es un antioxidante. Cuando las células se ven sometidas a condiciones de falta de oxigenación, especialmente con ejercicios físicos que necesitan mucho oxígeno, las sustancias antioxidantes podrían tener efectos beneficiosos.

Los investigadores afirman que no tiene sentido tomar vitamina C 365 días al año para reducir las posibilidades de contagiarse de gripe.