Hellabrunn, el parque zoológico en Múnich, es un espacio natural protegido en la cuenca del río Isar. Se trata del primer zoológico geográfico del mundo dispone de casi 40 hectáreas en las que viven más de 19 mil animales y es una de las instalaciones zoológicas más grandes y con mayor variedad de especies de Alemania.

Como la mayoría de los parques zoológicos, este tiene leones, tigres, osos, canguros, elefantes, bisontes, orangutanes, rinocerontes, pelícanos, etc. Los bisontes deben su supervivencia al zoológico que ha actuado como un arca de Noé y ha sido capaz de preservar las especies en peligro de extinción.

A comienzos del siglo XX solo quedaban 12 bisontes europeos en los parques zoológicos. Estos son los mamíferos terrestres más grandes del continente, como si fueran los elefantes de Europa. En 1923 fue fundada la Sociedad para la Protección del Bisonte Europeo en Fráncfort del Meno. Tres décadas más tarde, ya fueron liberadas de su cautiverio las primeras de estas reses bravas.

Hoy en día, hay de nuevo varias manadas en Polonia, Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Lituania. Durante mucho tiempo, se analizó la posibilidad de devolver a los bisontes europeos a la vida salvaje, pero en Alemania esta idea tiene detractores. Quienes gustan de caminar por el bosque temían ser agredidos por grandes animales salvajes. Los silvicultores temían por sus árboles. Y los agricultores tenían pesadillas en las que los bisontes procreaban terribles criaturas con sus vacas lecheras.

Según los página digital de la Deutsche Welle, los bisontes poblaron una vez buena parte de Europa, desde Alemania hasta Rusia, pero hacia principios del siglo XX su número decreció y alrededor de la década de 1920 se avistó al último de estos animales salvajes.

De los 50 ejemplares que vivían en cautiverio, solo 12 no estaban cruzados con bisontes americanos y sirvieron para conservar la especie. Hoy viven unos 4 mil bisontes europeos, descendientes de aquellos 12 sobrevivientes.

Alrededor de 2 mil andan libres por el Parque Nacional Bialowieza, en Polonia y Bielorrusia. El zoológico de Hellabrunn no es como los demás: se ha convertido en uno de los zoológicos más importantes de Alemania y, sobre todo, en un pequeño paraíso preocupado por el respeto a la naturaleza.

Todo aquí está concebido para reproducir las condiciones de vida naturales de los animales de acuerdo con su origen geográfico. La historia de este animal es dramática. En siglos pasados era abundante y estaba bien distribuido por todo el continente llegando hasta Asia occidental. La reducción de su hábitat y su reputación como trofeo y su caza indiscriminada como fuente de alimento en la Primera Guerra Mundial, le llevaron al borde de la extinción, lo que provocó que los grupos conservacionistas emprendieran una cruzada para salvarlo.