Cinco medidas
Respuesta constructiva al reto demográfico
El envejecimiento poblacional es un tema de mucha importancia para la Unión Europea (UE), que se lo trata con mayor decisión desde inicios de este siglo.
La Comisión Europea define un marco de cinco orientaciones para responder al reto demográfico de los próximos años:
1) La renovación demográfica, mejorando la conciliación entre la vida profesional, la privada y la familiar (permiso parental), organización más flexible del trabajo, aplicación de los compromisos asumidos en el Consejo Europeo de Barcelona sobre el cuidado de niños.
2) Valorar el trabajo a través de más empleo y una vida activa más larga. La Unión Europea (UE) desea mejorar los sistemas educativos y quiere favorecer los sistemas de «flexiguridad» que permiten una mejor transición entre los distintos ciclos de la vida (una mayor flexibilidad en el mercado laboral combinada con medidas de formación permanente).
3) Valorar el trabajo implica también luchar contra los prejuicios discriminantes por lo que se refiere a las personas de edad avanzada y promover una verdadera política de salud pública a escala europea (lucha contra el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad), con objeto de reducir las diferencias de esperanza de vida (ligadas directamente al nivel de vida y al grado de educación).
4) Una Europa más productiva y eficiente gracias a la Estrategia de Lisboa, revisada desde 2005. Esta Estrategia reformada ofrecerá a los diferentes agentes económicos la oportunidad de aprovechar plenamente los cambios demográficos. Recibir e integrar a los emigrantes. La UE, territorio atractivo, se ha comprometido con los Estados miembros a desarrollar una política común de inmigración legal. En efecto, en los veinte próximos años Europa deberá atraer a una mano de obra exterior cualificada con el fin de colmar las necesidades del mercado laboral. Corresponde a la UE promover la diversidad y luchar contra los prejuicios, en aras de una mejor integración económica y social de los emigrantes.
5) Finanzas públicas viables para garantizar una protección social adecuada y la equidad entre las generaciones en la mayoría de los Estados miembros, es indispensable un esfuerzo de rigor presupuestario, en particular en materia de reforma del régimen de jubilación.
Será necesario asimismo adaptar la cobertura de los sistemas y el nivel de las cotizaciones al desarrollo del ahorro privado y de los sistemas por capitalización. (I)