Se precisan más cuidadores
La población de adultos mayores se duplicará
Entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasará de 11% a 22%.
En números absolutos, este grupo de edad aumentará de 605 millones a 2.000 millones en el transcurso de medio siglo. Así lo predice la Organización Mundial de la Salud (OMS) y bajo este panorama será más necesaria la figura del cuidador profesional, tanto en centros privados como en el hogar.
Un cuidador familiar es la persona que proporciona ayuda a otra con enfermedad crónica, discapacidad o necesitada de asistencia de larga duración. La necesidad de ayuda viene determinada porque la persona cuidada no es capaz de valerse por sí misma para hacer las actividades de la vida diaria, como comer, asearse y desplazarse.
Lo peculiar del cuidador familiar es que lo hace fuera del marco profesional o formal.
El número de cuidadores familiares es superior al de cuidadores profesionales, incluso en países con una buena oferta institucional de residencias o centros de día.
Es preciso destacar varias características, entre otras, que distinguen a los cuidadores familiares: son los preferidos por las personas mayores necesitadas porque quieren que las atiendan en sus domicilios, son prioritariamente mujeres (esposas, hijas, nueras) y el grado de intensidad de los cuidados es mayor que de los cuidadores profesionales. En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el 66% de los cuidadores informales proporciona cuidados diarios; el 30% cuidados semanales.
Junto a los datos anteriores también deben señalarse otros que significan desventajas: impedimento para la obtención de empleo remunerado, reducción de la jornada laboral, mayor riesgo de pobreza y exclusión social en su edad más avanzada. (I)